La Razón (Madrid) - Especiales
LAS UNIVERSIDADES SE VUELCAN EN ENSEÑAR A EMPRENDER
Los mayores niveles de intenciones autoempleo se dan entre estudiantes de primer curso. El 6% de los universitarios que acaban su formación optan por iniciar un negocio o ser autónomos
LasLas universidades españolas están incubando a los emprendedores del futuro, pero a estos líderes incipientes les basta con unas horas para echar a volar. Una app para encontrar acompañantes de conciertos, otra que genera modelos a partir de la ropa de tu armario, otra más para redistribuir la comida sobrante de grandes eventos entre comedores sociales e incluso una crema térmica para dejar de buscar las medias irrompibles. Estas son algunas de las propuestas que surgieron en apenas 48 horas durante la Hackaton de Emprendimiento celebrada por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
El «gusanillo» del emprendimiento está presente en todos los estudiantes, solo es necesario ponerse manos a la obra y hacerlo de forma práctica y dinámica, señala Anindya Saja, profesor de EAE Business School y director de EAE Invierte. Los mayores niveles de intenciones emprendedoras se dan entre estudiantes de primer curso y decrecen con los años, recoge el Informe Guess 2018 sobre emprendimiento universitario en España. Con el avance de sus años en la universidad, la formación de los alumnos aumenta, así como las posibilidades de conseguir un empleo y disminuye la tendencia al autoempleo por influencia de su entorno. Además, la formación relacionada con la creación de empresas suele impartirse en último curso.
Pese a que esta combinación no parece ser la más adecuada, las universidades españolas están aprendiendo de sus errores y han dado un vuelco a sus modelos en los últimos años para fomentar el emprendimiento en todos los grados grados y cursos. De hecho, «el número de universitarios que acaba su formación y decide iniciar un negocio o ser autónomos es del 6%», una cifra que aunque sigue siendo reducida, ha aumentado en «considerablemente en los últimos años», explica Fernando Crecente, director Emprendimiento de la Universidad de Alcalá (UAH).
Los alumnos disponen de todos los elementos para lanzarse a emprender. Cuentan con más formación y ayudas que nunca, e incluso esta crisis puede ser un buen momento para iniciar un proyecto innovador. En este contexto, las universidades se encargan de dar un gran empujón que ayude a eliminar los estereotipos y prejuicios sobre el emprendimiento. Por su parte, la UAM es una de las universidades más veteranas en el fomento del emprendimiento. «En los dos últimos cursos, bajo la Unidad UAM Emprende hemos apoyado apoyado más de 100 proyectos de emprendimiento impulsados por más de 200 estudiantes»,explica Jorge Álvarez, director de UAM Emprende. Entre sus iniciativas más recientes, destaca la Hackaton «Ideas Factory» en la que participaron 76 alumnos de 32 grados distintos y los cuales propusieron hasta 116 ideas, algunas de ellas tan ingeniosa como la ganadora: una crema efecto calor que reemplazase a las medias.
La Universidad de Alcalá cuenta con el Vicerrectorado de Economía, Emprendimiento y Empleabilidad donde se incluye la Escuela de Emprendimiento que centraliza todas las formaciones y proporciona asesoramiento individualizado y mentoring a aquellos estudiantes que tengan la intención de emprender. De hecho, para que los alumnos conozcan en qué consiste el emprendimiento sobre el terreno, Fernando Crecente señala próximamente pondrán en marcha un programa que permite estar una semana con un empresario en su empresa, para que los alumnos «conozca de primera mano todas las incertidumbres y decisiones que tiene que tomar el emprendedor». Compluemprende, de la Universidad Complutense de Madrid, el club de emprendedores y los premios TFG Y TFG Emprende de la Carlos III, el PlanEmprendeURJC, de la Universidad Rey Juan Carlos, son algunas de las opciones de emprendimiento de las que disponen los universitarios en los centros españoles.
Participar en iniciativas de emprendimiento además proporciona habilidades que mejoran la inserción laboral. Más allá de un título, las empresas buscan perfiles creativos, capaces de comunicar y trabajar en equipo, así como capacidad de negociación, de innovación y empatía, señala Fernando Crecente. Dominar estas habilidades blandas puede llevarle a entrar de cabeza en multinacionales que fomentan el intraemprendimiento.
Participar en iniciativas de autoempleo proporciona habilidades que mejoran el currículum de los recién graduados y facilita la inserción laboral