La Razón (Madrid) - Especiales
La ONU, la masonería y la obsesión por el control poblacional
La primera Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo tuvo lugar en Roma (Italia), del 31 de agoso al 10 de septiembre de 1954. Ya desde muchos años antes, la masonería se esforzaba por
la creación de organismos supranacionales para el control de las naciones, algo de lo que presumen con orgullo.
En 1969, Frederick S. Jafe, vicepresidente de Planned Parenthood, redactó un escrito en el cual advertía sobre los posibles riesgos derivados de un cada vez mayor crecimiento demográfco, mencionando también las posibles propuesas y medidas para contrarresar esa expansión poblacional. Curiosamente, varias de las propuesas formuladas al fnal del memorando guardan una sorprendente similitud con nuesra actual situación social:
Imposiciones Sociales.
1. Reesructuración Familiar:
a) Posponer o evitar el matrimonio.
b) Alterar la visión ideal del número de miembros en la familia.
2. Educación infantil obligatoria.
3. Promover un aumento de la homosexualidad.
4. Educación para limitar el número de miembros familiares.
5. Introducción de químicos anticonceptivos en el suminisro de agua.
6. Alentar a las mujeres a trabajar.
Las grandes fundaciones masónicas esadounidenses, como la
Ford, Rockefeller, Mellon, Carnegie, etc. han tenido un papel fundamental en el desarrollo de la demografía como disciplina, la planifcación familiar como política internacional y el desarrollo de los modernos anticonceptivos.
Por eso resulta de un interés excepcional el siguiente libro, escrito por personas directamente inmersas en ese universo técnico-político y la reseña correspondiente a al fundación Rockefeller:
• Caldwell, J. y Caldwell, P. (1986), Limiting population growth and the Ford Foundation contribution,vLondon, Frances Printer.
• Family Planning, en http://rockefeller100.org.
Ya en 1968, con el nombramiento de R. MacNamara como presidente del Banco Mundial, se inició una etapa en la que la ayuda financiera internacional al desarrollo pasó a estar condicionada a la implementación de políticas de control de la fecundidad, especialmente en los
países más pobres.
A los argumentos sobre las difcultades que el excesivo crecimiento demográfco supone para la capacidad de desarrollo económico, en los años sesenta y setenta se unen los que tienen que ver con el agotamiento de los recursos naturales, especialmente los energéticos.
• ASPO y las reservas energéticas artículo de 2007 en la web crisisenergética.org
Si nuesros lectores han llegado hasa aquí, es el momento de pedir disculpas por tan amplia exposición, pero como siempre suelen acusarnos de falta de rigor o de «conpiranóicos», era necesario evidenciar como la ONU, sus organismos fnancieros y sus grandes promotores llevan décadas obsesionados con la planifcación de la población mundial.