La Razón (Madrid) - Especiales
Triple reconocimiento para los productos de Sanlúcar
LA RAZÓN hace una mención especial para el langostino, la patata que se siembra en la localidad y el Centro de Interpretación de la Manzanilla
SiSi algo ha quedado claro este año es que Sanlúcar de Barrameda es la ciudad que mejor podía ostentar el título de Capital Española de la Gastronomía. Un año especial para la ciudad gaditana que LA RAZÓN no dejó pasar en los premios nacionales de gastronomía. Por este motivo, el municipio fue galardonado con los «Premios especiales a los productos de Sanlúcar de Barrameda» con tres menciones diferentes para el langostino, la patata de Sanlúcar y el Centro de Interpretación de la Manzanilla.
En este contexto, es esencial entender que los langostinos, la manzanilla y las patatas de la huerta sanluqueña son los productos claves que conforman una cocina repleta de recetas andaluzas y de tradición marinera. El consumidor siempre busca lo mejor y para ello recurre a productos que sabe que no lo van a decepcionar. En este caso, los tres productos galardonados en la noche de los premios llevan de apellido su lugar de origen, sinónimo de orgullo y calidad.
Como el langostino de Sanlúcar no hay ninguno igual. Es uno de los productos de la gastronomía tradicional del municipio que ha traspasado las fronteras de Sanlúcar de Barrameda para conquistar los paladares de los turistas que cada año acuden a la localidad y las cocinas de chefs de prestigio nacional e internacional. Entre sus características, destaca por la intensidad de su sabor, su porte robusto, la entereza de su carne, sus largos y duros bigotes y su color marrón rayado cuando está cocido. Pero, ¿qué lo hace único?
La respuesta está en su origen: solo existe en Sanlúcar y se recoge manualmente en aguas poco profundas en la desembocadura del río Guadalquivir a orillas del entorno natural del Parque de Doñana. Asimismo, según destacan desde la provincia de Cádiz, es un crustáceo que se consume principalmente fresco. Su carne es muy apreciada y se sirve cocido, frito o formando parte de cualquier guiso de tradición marinera.
Por otro lado, la D.O. Manzanilla de Sanlúcar, las «bodegas catedrales» y el enoturismo son otros de los eslabones que hacen a Sanlúcar tan especial. Aunque siempre siempre han existido visitas a las bodegas que incluyen experiencias inolvidables, recientemente la ciudad ha estrenado el Centro de Interpretación de la Manzanilla (CIMA) donde se integran cerca de una veintena de bodegas de la ciudad y que, ubicado junto al mercado de abastos, ofrece al visitante la oportunidad de acercarse para conocer su proceso de elaboración y crianza de este singular vino. Entre sus características, los vinos de la localidad son únicos en el mundo porque su «levadura» solo puede crecer en este entorno, que cuenta con unas características especiales condicionadas principalmente por el clima, el método de producción y su ubicación geográfica. Las botas de roble americano con capacidad para 600 litros solo se llenan hasta los 500 litros para que se desarrolle lo que llaman el «velo de flor», esa levadura que hace tan especial a esta bebida. Asimismo, la altura de las bodegas es ideal para que en verano la temperatura se regule y se cree una atmósfera óptima. Dado que Sanlúcar de Barrameda es una de las tres ciudades del Marco de Jerez y cuenta con vinos reconocidos a nivel internacional, LA RAZÓN realizó una mención especial a su vino y a las propuestas de enoturismo que ofrece la ciudad.
El tercer producto estrella y galardonado en la noche de los premios fue la patata de Sanlúcar. De sabor inconfundible, este tubérculo es especial porque se cultiva en arena fina y está regado con agua salada. Con un aspecto diferente al que estamos acostumbrados, esta patata crece con el riego característico de los «navazos» –cultivos heredados de los árabes–, lo que hace que su sabor sea único. Se pueden diferenciar tres tipos de patatas en Sanlúcar según el lugar en el que se hayan cultivado y el tipo de riego, pero todas ellas cuentan con un sabor exquisito.
Sanlúcar es sabor, exclusividad y tradición. Visitar la ciudad, que cuenta con multitud de monumentos y lugares de interés turístico, es un acierto seguro en el que la gastronomía juega un papel fundamental.
«Los vinos de la localidad son únicos en el mundo gracias al clima, la ubicación y su especial producción»