La Razón (Madrid) - Especiales
90 años de una profesión que hoy es más necesaria que nunca
En 1933 se creaba la figura del Gestor Administrativo, un elemento clave en las relaciones entre ciudadano y Administración que hoy, si cabe, cobra una importancia aún mayor
ElEl Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid (ICOGAM) celebró el pasado mes de febrero su I Congreso, coincidiendo con el año en el que cumple 90 años. Desde que en 1933 un decreto del 28 de noviembre aprobara la transformación de los Agentes de Negocio en Gestores Administrativos y, en consecuencia, el Colegio de Agentes de Negocios de Madrid pasara a ser el Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid, nuestra sociedad ha cambiado mucho.
Si echamos la vista atrás, en estos 90 años la sociedad ha asistido a guerras, catástrofes naturales, pandemias, cracks económicos... En fin, a momentos muy duros que han puesto a prueba la resistencia de los habitantes del planeta. Por supuesto, también ha habido momentos de bonanza, pero donde se mide verdaderamente la resistencia de las personas es en los momentos complejos.
Podríamos decir que las sociedades aprenden de sus errores. Y podría parecer verdad porque con el paso de los años y los sucesos, algunas sociedades han conseguido mejorar su estado de bienestar. Sin embargo, no es una afirmación real, pues trágicamente los años vuelven a traernos conflictos bélicos, seguimos jugando con la naturaleza, a pesar de saber que ésta siempre gana, y experimentamos con enfermedades que terminan suponiendo graves reveses sociales y sanitarios.
En estos años es probable que el evento más importante a nivel mundial sea la irrupción de la tecnología tecnología en nuestras vidas. El vuelco que ha generado ha sido radical. Probablemente, la generación de 1980 podría entender la forma de vivir de la generación de 1930. Sin embargo, la generación de 2000 no entiende cómo podían vivir ninguna de las generaciones citadas.
¿Cómo dices, que veíais la televisión cuando salíais de casa? ¿Cómo le decías a tus padres que estabas bien? A ver, ¿me estás diciendo que para sumar tenías que utilizar los dedos? ¿Y la máquina de escribir? En fin, quizá no sea preciso poner más ejemplos.
Decía Alfonso Guerra que a «España no la va a reconocer ni la madre que la parió», y muy probablemente sea así, pero ni a España ni a otros muchos países del mundo. Si nos guiamos por las palabras de Alfonso Guerra, la sociedad española ha sufrido profundos cambios en muchos sentidos. ¿Y qué ha pasado con los Gestores Administrativos? Es un colectivo profesional que ha sabido adaptarse a los tiempos y a las nuevas herramientas.
Durante estos 90 años han sido varios los momentos a los que la profesión ha asistido acongojada a las amenazas de desaparición ante diferentes normativas. Podría decirse que en distintos momentos la profesión se ha ido encontrando con personas empeñadas en que ésta desapareciera, con el objetivo de eliminar intermediarios entre la Administración y la ciudadanía.
Sin embargo, esa pretensión es casi como tratar de formar a todos los ciudadanos en medicina para evitar que tengan que acudir a los centros de salud. A nadie se le escapa que, en este caso, se trata de una boutade, como lo sería permitir a los ciudadanos que firmaran sus propios proyectos arquitectónicos, con independencia de sus conocimientos.
A pesar de tanto intento, se ha demostrado que tratar de eludir la compleja realidad de los trámites administrativos sí que es una boutade difícil de digerir, por diferentes razones. La más importante, por la cada vez más prolija y compleja legislación existente, que impide al común de los mortales conocerla y entender su aplicación. Pero es que, además, al igual que mucha gente prefiere comprar comida precocinada a hacerse la cena, muchos ciudadanos no quieren complicarse la vida con trámites administrativos. Prefieren que otros lo hagan.
A menudo esa «tramitofobia» (si se permite la expresión) no ha sido bien comprendida por el legislador, como no ha entendido que para acercar el trámite al ciudadano tiene que hacerlo más sencillo y dotar a la sociedad de herramientas de acceso universal.
Nunca antes había habido tan elevado número de funcionarios, y coincide con el peor momento de la Administración. La tecnología ha sido muy mal digerida por ésta, que la está utilizando como excusa para alejar al ciudadano del funcionario, perdiendo la posibilidad de ser atendido por uno de ellos.
Todo ello lleva a que los Gestores Administrativos sean más necesarios que nunca, pues sustituyen al funcionario en la atención y en el asesoramiento para preparar los expedientes y los trámites.
A lo largo de la historia de los gestores administrativos hay hitos que muestran cómo la colaboración público-privada ha permitido salvar situaciones complejas. El error es tratar de eliminar al intermediario. El acierto sería regular la función asegurando calidad, trasparencia y eficacia.
El I Congreso del ICOGAM tenía como objetivo dar luz a aspectos que preocupan al ciudadano. Hablar de temas fiscales, laborales, macro y microeconómicos, el emprendimiento, la ciberseguridad, los problemas de los autónomos y escuchar la opinión de ciudadanos y periodistas. Y todo ello con el único interés de seguir sirviendo a una sociedad que requiere de expertos que les permitan llevar a cabo sus negocios o sus trámites, sin que esto les suponga un quebradero de cabeza que impida avanzar tan rápido como la propia sociedad.