La Razón (Madrid) - Especiales
«Seguiremos al pie del cañón para la sociedad y las empresas»
SeSe podía leer hace años en un medio de comunicación las cifras de asistencia a una concentración convocada en Madrid. Señalaba el periódico una cifra según los convocantes, otra cifra según la policía y otra cifra según la Delegación del Gobierno. La información terminaba indicando que si alguien quería conocer la asistencia real, que convocase una concentración.
Esta pequeña anécdota, si se puede definir así, sirve para manifestar que las conclusiones del I Congreso del ICOGAM debe obtenerlas cada uno tras la lectura de los resúmenes que en este suplemento se recogen, pues lo contrario podría suponer sugerir una interpretación cercana a quien obtiene tales conclusiones.
Dicho esto, sí que se puede concluir que estamos en una encrucijada complicada para ciudadanos, empresarios y autónomos. Cuando muchos estaban empezando a superar el «socavón» que dejó la crisis financiera de 2008, la pandemia horadó bajo los rescoldos de la anterior crisis sin dejar brotar la hierba de la consolidación.
La prolija legislación, con una técnica legislativa cuando menos dudosa, la inseguridad jurídica, la presión fiscal, la subida de los tipos de interés, el incremento general de precios, y en especial de muchas materias primas y de la energía, no han hecho más que cercenar las proyecciones de crecimiento o recuperación que parecían imperar en nuestra economía empresarial.
Y habiendo sido, en principio, la falta de liquidez el problema acuciante de los pequeños y medianos negocios, tras tantos meses sin poder recuperarse, la actividad y la solvencia también se ven comprometidas. Durante este primer congreso se ha comprobado que lo micro y lo macro no terminan de conciliar.
Hemos visto cómo afectan al día a día factores como la alta presión fiscal que padecemos padecemos y la inseguridad generada ante las inspecciones de la AEAT; el impacto de la reciente reforma laboral; la situación de los autónomos y sus dificultades para sobrevivir; cómo se ve el emprendimiento en nuestro país con las nuevas leyes de Startup y de Creación y Crecimiento de empresas; la rentabilidad que puede suponer un buen sistema de ciberseguridad para una empresa y el tratamiento de los medios a toda esta situación.
Peticiones
Más allá de las conclusiones, en este tipo de encuentros es deseable poder finalizar en un acto propositivo, aportando soluciones que arrojen luz al túnel en el que parece estamos inmersos. Por ello, el Congreso concluyó con estas peticiones concretas:
En primer lugar, se le pide a la Administración que simplifique sus procesos. Una ley de colaboración social administrativa puede favorecer de manera rápida y segura la citada simplificación y acabar con la cita previa, medida que se ha convertido en el peor drama para los ciudadanos cuando quieren –o se ven obligados a– relacionarse con la administración.
Segundo, facilitar la financiación a los pequeños y medianos negocios. El apetito por el riesgo de las entidades financieras disminuye en tiempos de crisis, afectando en mayor medida a los más vulnerables. Según los expertos, hay margen fiscal para «ablandar» las condiciones de los ICOS concedidos. Y es necesario que surjan nuevas líneas de financiación para aquellos negocios que, siendo viables, no disponen de la capacidad de endeudamiento suficiente.
En tercer lugar, hay que proteger a los autónomos, que son «trabajadores por cuenta propia», con mayor riesgo y una gran soledad. Hay que ponerle las cosas más fáciles a quien, por convicción o por necesidad, se ve en el RETA, normalmente sin red y con escasos recursos.
Los gestores administrativos están a pie de calle, conocen perfectamente los negocios, o quizá de forma más precisa, conocen perfectamente la evolución de los negocios.
Su vocación es ayudar a los ciudadanos en general y, para ello, aportan todo su conocimiento y experiencia para alcanzar los tres objetivos antes señalados.
Por ello, dejo bien claro que los gestores administrativos saldremos a defender a los ciudadanos y a los dueños de los negocios cuando haya que hacerlo. Estamos dispuestos a abanderar una sociedad civil fuerte que corrija las vulnerabilidades que aparezcan en cada momento.
Ahora que se cumplen los 90 años de vida de la profesión en su versión moderna, los gestores administrativos tienen como foco principal hacer oír la voz de sus clientes en el ánimo de crear una sociedad mejor, de mayor bienestar y más solidaria.
«Es nuestro deber hacer propuestas que contribuyan a mejorar el campo de juego de los negocios»
«Queremos tener información de primera mano acerca de las preocupaciones de empresas y ciudadanos»