La Razón (Madrid) - Especiales

El camino hacia el futuro

► Andalucía aspira a mejorar sus servicios públicos y la competitiv­idad de sus empresas a través de los avances vinculados a la Inteligenc­ia Artificial

- POR FERNANDO MARTÍ

LaLa historia de Andalucía está marcada por varios hitos. Uno de ellos, desde el punto socioeconó­mico, fue el escaso impacto que tuvo el desarrollo industrial en la región durante el siglo XIX, la época de la industrial­ización por excelencia. Ese momento histórico marcó una diferencia que aún perdura entre los países ricos –los que se industrial­izaron-y industrial­izaron-y los países pobres -los que no lo hicieron–. Incidiendo más en el tema, también surgieron diferencia­s entre territorio­s de un mismo Estado, donde apareciero­n zonas más favorecida­s frente a otras. Andalucía no salió bien parada.

Ese fenómeno se conoce como el «atraso histórico» andaluz y, aunque existan muchos matices que no conviene obviar, existe cierto consenso en que marcó el desarrollo posterior de la comunidad. El Atlas de Historia Económica de Andalucía señala que el cambio estructura­l decisivo del sistema productivo no sucede sino hasta el último tercio del siglo XX arrastránd­ose hasta entonces un «atraso» sustentado en la «debilidad del sector industrial y la limitada modernizac­ión del sector agrario». Hasta los años setenta del siglo XX la posición de Andalucía en el contexto nacional y europeo sufre un deterioro progresivo en términos comparativ­os de producción y renta. Diversos análisis fijan a partir de ese decenio el momento en el que empiezan a reducirse esos diferencia­les, produciénd­ose el cambio estructura­l decisivo del sistema productivo en el último tercio del siglo XX.

En la época actual, la economía andaluza es perfectame­nte homologabl­e a la del resto de España, aunque existan matices diferencia­les con otras regiones, especialme­nte en cuanto a la alta tasa de paro existente. La nueva economía, caracteriz­ada por la irrupción de las tecnología­s digitales, constituye una oportunida­d clave para dar el salto cualitativ­o y no quedarse atrás como ya ocurrió en el siglo XIX. Se trata de un desafió colectivo, en el que la Administra­ción juega un papel importante, basado fundamenta­lmente en crear un ecosistema favorable al desarrollo de las capacidade­s tecnológic­as como la Inteligenc­ia Artificial, cuyo impacto es y será significat­ivo en todas las esferas: en la empresa, en la administra­ción, en la salud o en la educación, por citar solo algunos de ellos.

La Junta de Andalucía aprobó el pasado 20 de junio la Estrategia Andaluza de Inteligenc­ia Artificial (IA) 2030, un documento que aspira a convertirs­e en el instrument­o general de planificac­ión para las políticas de Inteligenc­ia Artificial. Esta Estrategia pretende mejorar la competitiv­idad y posicionam­iento del tejido empresaria­l productivo mediante el uso y desarrollo de la Inteligenc­ia Artificial, incrementa­r su confianza en su desarrollo y utilidad y dar ejemplo desde la propia Administra­ción Pública a través de la mejora de los servicios públicos.

A diferencia de otros momentos históricos, sí existe en Andalucía el ecosistema empresaria­l y de investigac­ión adecuado para tener presencia relevante en el desarrollo de la Inteligenc­ia Artificial. El «Informe sobre las capacidade­s andaluzas en el ámbito de la IA» elaborado en 2021 señala que en la comunidad existen al menos 189 entidades, de las que 110 son de ámbito empresaria­l (Empresas TIC con establecim­iento operativo en Andalucía que desarrolla­n actividad en el ámbito de la IA, así como empresas no TIC que han incorporad­o tecnología­s de IA en sus procesos, productos o servicios), 56 entidades generadora­s de conocimien­to y 23 infraestru­cturas científica­s y/o tecnológic­as. Además, hay una vertebraci­ón adecuada de todo el territorio, toda vez que las las provincias andaluzas cuentan con al menos un parque tecnológic­o, existiendo un total de 11 repartidos por toda la región.

En este sentido, y de manera más específica, existen diversos Centros y hubs tecnológic­os con especial foco en IA como el AIR Andalusia y el Aimpulsa en Granada, Agrotech DIH en Córdoba o la Fundación Instituto Ricardo Valle de Innovación en Málaga.

Las bases de la Inteligenc­ia Artificial (IA) se remontan a la década de 1950 si bien está viviendo un desarrollo exponencia­l en los últimos años, capaz de resolver todo lo que se proponga y de aplicarse a cualquier ámbito. Parece un proceso irrefrenab­le porque la Inteligenc­ia Artificial ha creado una nueva interfaz hombre-máquina, basada en pedir lo que queremos en lenguaje natural y esa nueva relación supone un cambio completo de paradigma.

Aún desconocem­os el impacto real que tendrá la Inteligenc­ia Artificial en el futuro de la sociedad, de ahí que también haya voces que reclaman que se tenga en cuenta cuenta los aspectos legales, éticos y sociales de su aplicación generaliza­da, así como los riesgos de su uso: sesgos discrimina­torios provocados por datos mal empleados, deshumaniz­ación, la opacidad en la toma de decisiones introducid­a por los propios algoritmos o bien la vulneració­n de la privacidad. En el siglo XIX hubo movimiento­s sindicales que rechazaron el trabajo de las máquinas durante la industrial­ización de las fábricas; la Inteligenc­ia Artificial tiene el reto de acompañar su desarrollo al bienestar del conjunto de la sociedad. Y, en este camino, Andalucía no quiere perder el tren.

En el siglo XIX, el desigual proceso de industrial­ización provocó la aparición de zonas ricas y pobres

En la actualidad, sí existe en Andalucía un ecosistema empresaria­l altamente capacitado

 ?? EUROPA PRESS ?? El desarrollo de la IA está siendo
exponencia­l
EUROPA PRESS El desarrollo de la IA está siendo exponencia­l

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain