La Razón (Madrid) - Especiales
Las «smart grids», un paso decisivo
LAS REDES INTELIGENTES Y BIDIRECCIONALES DE DISTRIBUCIÓN SON CLAVES PARA SATISFACER LA DEMANDA Y FACILITAR EL AHORRO ENERGÉTICO
LasLas «smart grids» son, en esencia, redes de distribución eléctrica inteligentes y bidireccionales, capaces de transmitir electricidad en ambos sentidos. Se las dota de inteligencia mediante modernas tecnologías para que puedan proporcionar, tanto a empresas distribuidoras como a consumidores, datos y capacidades para convertirse en pequeños productores de energía.
Digamos que son clave en la transición energética ya que suponen un gran paso hacia un mundo descarbonizado. Tienen la ventaja de permitir una integración más fluida entre la electricidad generada por métodos tradicionales y la procedente de fuentes renovables, como la solar o la eólica, optimizando su uso y favoreciendo el hecho de que no haya pérdidas o se desperdicie la energía. Las «smart grids» son clave para poder garantizar la demanda, permitiendo a los consumidores ajustar su consumo de electricidad en función de la disponibilidad y los precios en tiempo real.
Medidores, sensores y comunicación
Para dotar de inteligencia a las redes eléctricas tradicionales resulta clave contar con una amplia variedad de tecnologías informáticas, electrónicas y de telecomunicaciones, que son las que permiten controlar en remoto las instalaciones. Se trata de tener monitorizada la red de principio a fin, recopilando datos en tiempo real y conociendo los hábitos de consumo de los usuarios usuarios para crear tarifas y servicios adaptados a cada uno de ellos, aprovechando la totalidad de la energía que se genera sin que haya desperdicio.
Dentro de esta ecuación entran en juego algunos elementos como los medidores inteligentes, esos dispositivos que registran el consumo de electricidad en tiempo real y pueden comunicarse con la red eléctrica para enviar datos sobre su uso y dotarla de capacidades de telegestión, supervisión y automatización. También participan los sensores y dispositivos de monitorización, los cuales son instalados en la propia red eléctrica para registrar información sobre el flujo de la electricidad, la calidad del servicio y las condiciones que tiene la red en cada momento. Tanto Siemens como Schneider Electric son compañías que juegan un papel fundamental en el despliegue de este tipo de dispositivos.
Por otro lado, los sistemas de comunicación se encargan de transmitir los datos entre los diferentes componentes de la red, como medidores, dispositivos de monitorización y centros de control. La compañía General Electric es conocida por ofrecer software de gestión avanzado para el análisis de datos y optimizar la distribución de la energía a través de las redes. Un papel similar desempeña el gigante azul IBM, el cual opera en algunas de las implantaciones de smart grids más complejas que existen en el mundo.
Michael Valochi, vicepresidente global de energía y utilities de IBM, nos ilustra muy bien cómo la infraestructura de «smart grids» trabaja en tres etapas diferentes. Una inferior que abarca nuevos dispositivos de hardware como sensores de red y medidores instalados en los hogares. La capa intermedia compuesta por sistemas de tecnología de la información que recogen los puntos de datos. Y una tercera que se corresponde con la capa superior donde se encuentran todos los datos recopilados que son analizados y presentados a las partes interesadas.
«Todo puede ser monitorizado y controlado en tiempo real con las redes inteligentes, ya que los sensores pueden identificar las infraestructuras dañadas para que puedan ser reparadas. También los medidores y termostatos permiten ajustar los niveles de consumo de energía más óptimos para cada situación», puntualiza el directivo.
Retos en ciberseguridad
En contrapartida a todas las ventajas que ofrecen las TIC a las redes eléctricas, diversos estudios alertan de lo vulnerables que pueden volverse este tipo de infraestructuras críticas y de los retos a los que se enfrentan en el ámbito de la ciberseguridad.
Uno de los casos más recientes que se ha podido constatar son los múltiples ciberataques que han tratado de poner en jaque a la red eléctrica de Ucrania, intentando provocarunapagóngeneralizado.Aunquealgunos han sido frustrados, en al menos una ocasión se ha constatado la caída de parte de la red eléctrica por la pérdida de diversas subestaciones de 110 kV y 33 subestaciones de 35 kV, lo que supuso el desabastecimiento de gran parte de sus ciudadanos. De hecho, los modernos relés digitales (IEDs) usados en smart grids se han convertido en uno de los principales objetivos de los ciberataques, afectando a la desconexión de líneas, al desabastecimiento, así como a la pérdida en cascada de centrales de control. Ante estas situaciones de riesgo, las empresas especializadas en ciberseguridad han empezado a desarrollar nuevos algoritmos de detección empleando técnicas de IA basadas en «machine learning» y «deep learning».