EL ARTE DEL GUATEQUE
Chicas con curvas y chicos con jersey de cuello vuelto, bebiendo cócteles y bailando hasta el amanecer. Una muestra de la obra del artista californiano Shag (Josh Agle) llega a Madrid el 2 de marzo.
Escenas que parecen salidas de El guateque o Desayuno con diamantes. Así son, a simple vista, las obras de Josh Agle (conocido como Shag), uno de los representantes más relevantes del surrealismo pop o lowbrow. Y digo a simple vista porque, bajo sus ilustraciones cargadas de cultura tiki, combinados con sombrilla, tablas de surf y diseños futuristas (todo un catálogo de referencias a la publicidad de los años 50 y 60) hay temas contemporáneos: “El estilo retro es solo una fachada que esconde lo que realmente quiero comunicar con el arte”, ha asegurado.
Su gusto por el look a lo Don Draper viene de su amor por la música de esa época y el optimismo que emana: “Empezó gustándome la música de los 50 y los 60 y coleccionaba discos de esa época. El estilo y los gráficos de las cubiertas de esos álbumes me inspiraron e influyeron en mi estilo”, dice.
Su obra también es el espejo de su propia forma de vida, llena de excesos y algo alocada, que frenó en seco tras un accidente que casi le cuesta la vida en 2010.
Una muestra de su trabajo, Las doce estaciones de Ptolomeo ( doce serigrafías descatalogadas de su colección privada, que representan los signos del zodiaco) se pueden ver desde el 2 de marzo y hasta el 1 de abril en La Fiambrera Art Gallery, en Madrid.