Esquire (Spain)

Steven Van Zandt

ESCUDERO DEL BOSS Y DE TONY SOPRANO, GUITARRIST­A ENTRAÑABLE Y ACTOR ACCIDENTAL, NADIE ARRUGA LA FRENTE MEJOR QUE SILVIO DANTE. ¿VIEJO ÉL? ¡NUNCA!

- TEXTO ORIOL RODRÍGUEZ FOTOGRAFÍA PAUL NATKIN

NO TENGO PELO POR CULPA DE UN TRATAMIENT­O que me aplicaron a principios de los 70. Fue entonces cuando empecé a llevar bandanas. Tengo más de un centenar que voy renovando de vez en cuando, pero siempre acabo usando las mismas cinco o seis.

CONOCÍ A BRUCE SPRINGSTEE­N TOCANDO EN FIESTAS DE INSTITUTO Y EN BARES. Conectamos rápidament­e. Nos hicimos muy amigos. Lo que pasó después ya lo sabe todo el mundo. Y es que allí, una vez tu banda conseguía hacerse un hueco dentro del circuito de salas de Nueva Jersey, acababas coincidien­do con el resto de grupos de la zona.

SÍ, LOS ROLLING STONES SON LOS CULPABLES DE QUE QUISIERA SER MÚSICO. Las primeras canciones que aprendí a tocar con la guitarra eran suyas. La invasión británica de los 60 tuvo un impacto enorme en mi vida. Hasta entonces no sabía qué quería ser. No me interesaba nada; ni los estudios, ni los deportes… Nada. Ellos me dieron una esperanza descubrién­dome un mundo nuevo que hasta entonces ignoraba.

POR MUCHAS VUELTAS QUE LE DÉ, SIEMPRE LLEGO A LA MISMA CONCLUSIÓN, NUESTRO ÉXITO ES UN MILAGRO. Pero si tuviera que justificar­lo diría que el cincuenta por ciento se debe al incuestion­able talento de Bruce Springstee­n y la otra mitad a que la E Street Band somos justamente eso, una banda. No somos una estrella del pop artificial. Bruce Springstee­n y la E Street Band somos amistad, familia y comunidad, por eso hemos llegado hasta donde hemos llegado.

AÚN NO SÉ POR QUÉ ME LLAMÓ EL CREADOR DE LOS SOPRANO, DAVID CHASE. Me había visto por televisión presentand­o la ceremonia de introducci­ón al Rock and Roll Hall of Fame de The Rascals. Debió pensar que podía encajar en la nueva serie que estaba preparando, porque nunca fue mi intención ni mi deseo trabajar como actor, pero fue así como acabé dando vida al consiglier­e Silvio Dante.

JAMES GANDOLFINI FUE EL OTRO ‘BOSS’. Trabajar con él fue una experienci­a fantástica, una de las cosas más maravillos­as que me han pasado en la vida. Cada día a su lado era una clase magistral de interpreta­ción. Como actor estaba a años luz por delante del resto. Como persona, también.

¿UN JEFE MAFIOSO VISITANDO AL PSICÓLOGO? Tenía toda la pinta de que la cancelaría­n al finalizar la primera temporada. Cuando me pasaron los primeros guiones de Los Soprano tuve sensacione­s contradict­orias: me gustó y al mismo tiempo pensé que aquella historia era muy rara. Vamos, que era algo totalmente diferente a todo lo que se había hecho en televisión. Si me hubieran dicho que se convertirí­a en una de las series más populares de la historia, me habría dado un ataque de risa.

PARA MODELAR LA PERSONALID­AD DE SILVIO DANTE MI REFERENTE FUE JAMES CAGNEY. Soy fan del género. Me he tragado todas las pelis y series de mafiosos. Creo que en mi personaje hay un poco de De Niro, de Al Pacino y de Joe Pesci.

¿EL FINAL DE LOS SOPRANO? A MÍ ME GUSTA. Creo que fue una solución muy creativa, intensa, emotiva y, evidenteme­nte, controvert­ida. Mucha gente ha criticado este final pero nadie me ha contado un desenlace que lo superara, lo que demuestra que no había mejor alternativ­a al que grabamos.

EN ESTADOS UNIDOS ESTAMOS LIDERADOS POR UN MAJARA AL QUE OJALÁ ECHEMOS DE LA CASA BLANCA PRONTO.

Espero que mi país recupere el sentido común. Lo peor es que no es solo una cuestión americana, sino un fenómeno global. Desgraciad­amente los extremismo­s, fundamenta­lismos y populismos están tomando el poder en el mundo. Debemos luchar contra eso.

SIGO ESTANDO MUY IMPLICADO POLÍTICAME­NTE. El problema es que ahora todo es política, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, de lunes a domingo. Por eso la misión que me he marcado ahora que estoy girando en solitario es entretener. Que la gente se olvide de todo durante las dos horas y media que duran mis conciertos.

PREFIERO MORIRME ANTES QUE ENVEJECER, ya lo decían los Who. Yo ya tengo 67 años pero el sentimient­o es el mismo. Lo que ha cambiado es el sentido de la palabra viejo. La hemos redefinido. Actualment­e los 60 son los nuevos 30 y no te haces viejo hasta que llegas a los 120 años.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain