FELICES PARA SIEMPRE
EL MATRIMONIO ENTRE EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL Y EL DE LA RELOJERÍA HA DADO LUGAR A CREACIONES MUY INTERESANTES. EN ESTA OCASIÓN, BULGARI Y MASERATI HAN UNIDO SUS FUERZAS PARA HACER UNO DE LOS RELOJES DEPORTIVOS MÁS BONITOS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS
Traspasado Neymar al PSG y con la BBC madridista en horas bajas, ya solo queda hablar con propiedad de un tridente mágico: el logotipo de Maserati. La firma italiana, al igual que otras casas del sector, ha vinculado su imagen con la relojería en un proyecto claro de mutuo refuerzo de la imagen de lujo. Primero fue con Audemars Piguet para después pasar a Bulgari, con la que lleva colaborando desde 2012. Es un matrimonio lógico, con una imagen muy determinada por su origen italiano y con el diseño como gran carta de presentación. En teoría, todo esto suena a música celestial, pero conseguir un reloj que sepa combinar eficazmente la filosofía de las dos casas, relojera y automovilística, y que lo haga de un modo original y elegante es una tarea bastante complicada que no siempre sale bien. Hasta ahora, las ediciones especiales creadas entre Bulgari y Maserati apenas habían llamado la atención. Sin ser adefesios, tampoco tenían el plus de creatividad que hace brillar a toda pieza especial del mercado. Así ha ocurrido hasta la llegada del Octo Maserati, donde por fin podemos afirmar que Bulgari ha dado en el clavo. Por un lado, la sofisticada caja Octo, inspirada en la arquitectura clásica romana. Por el otro, un gran dominio de la complicación retrógrada (cuando las agujas vuelven hacía atrás en lugar de completar un giro completo a la esfera) gracias a la adquisición años atrás de la manufactura Gérald Genta. Inteligentemente combinados han dado como resultado un reloj que recuerda al cuentarrevoluciones de un Maserati, con los minutos indicados con la aguja retrógrada que ocupa el lado izquierdo y las horas apareciendo en la ventana de la derecha mediante números saltantes. El reloj se ha presentado en versiones Gransport y Granlusso en recuerdo de los acabados que Maserati ofrece en todos sus modelos actuales. Gransport tiene un acabado completamente negro gracias al tratamiento DLC de su caja acero, mientras Granlusso opta por el oro rosa y una correa marrón de piel. A nosotros nos gusta más la versión Gransport por su imagen más deportiva, además de ser sensiblemente más económica (12.500 € frente a los 29.900 € del Granlusso). En cuanto a la mecánica, las dos ediciones comparten el mismo movimiento BVL 262, fabricado por la propia Bulgari en Suiza y con un bonito acabado, tal como se puede ver a través del cristal que cubre el fondo de la caja.