Guru EL PADRE DE TODAS LAS TRIBUS
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Mods, skinheads, suedeheads, hipsters y todo aquel que se haya puesto una camisa bien hecha y unos buenos mocasines están en deuda con John Simons. Un documental repasa su vida
El nombre de John Simons (Londres, 1939) no acostumbra a fgurar en las listas de los personajes más rutilantes del planeta moda. Sin embargo, pocos profesionales han contribuido como él a defnir el estilo inglés en los últimos 50 años. Un documental, John Simons. A Modernist (Lee Cogswell, 2018) repasa la vida y la época de este empresario, promotor y visionario que acaba de cumplir 79 años y sigue apostando por ese estilo sin fecha de caducidad como ADN identitario. La difusión del documental ha puesto en un primer plano la fgura de Simons, acompañada de entrevistas televisivas, retratos biográfcos que desbrozan la vida de un hombre que a mitad de los años 50 del pasado siglo XX, siguiendo la tradición familiar, se iniciaba en el mundo de la moda y la sastrería masculina en la capital británica. La crónica existencial de un joven chico judío fascinado por ese mundo de elegancia y modernidad que descubre en las vanguardistas portadas del sello de jazz Blue Note protagonizadas por una joven generación de músicos californianos, bajo la etiqueta de cool. Sus primeras ventas son unas camisas de color verde como la que viste el músico Miles Davis en la portada de su álbum Milestones (Columbia, 1958). Unos años antes, en 1953, el país acababa de celebrar la coronación de Isabel II, que parecía decretar el fnal de los años más duros de la posguerra. Como señala Simons, de repente se “abría un mundo nuevo, colorista, que dejaba atrás un país en blanco y negro”. Las cafeterías italianas del Soho londinense son los miradores de esta nueva época que ilumina a una generación juvenil retratada por el escritor Colin Macinnes en su libro Absolute Beginners.
Al otro lado del Atlántico, otra clase juvenil se erige con sus propias señas de identidad bajo los ritmos del rock ‘n’ roll y el sexo como demanda. Sin saberlo, John Simons y sus tiendas de ropa servirían de inspiración a una variedad de estilos urbanos y subculturas que se sucedieron en la escena social y musical británica: mods, skinheads, suedeheads, hipsters… Como admite el músico Paul Weller, uno de los testimonios del documental, “John Simons es el responsable de modelar la forma en la que muchos de nosotros nos vestimos”. Simons sabe captar el espíritu de ese estilo genuinamente americano de chaquetas de tweed, pantalones de franela, camisas de algodón Oxford, corbatas de raya… El llamado Ivy look, en referencia a las ocho universidades privadas del noreste de EE. UU. –Brown, Yale, Harvard, Princeton y otras– que se agrupan bajo la denominación Ivy League. Las universidades adoptan unos códigos de vestimenta que heredan de fguras como Amory Blaine, el héroe literario de la novela de Scott Fitzgerald A este lado del paraíso. Gracias al cine y a una generación de nuevas estrellas juveniles que desembarcan en la década de los 50, el estilo Ivy League se populariza fuera de las aulas universitarias. Para Simons signifca una forma de vestir igualitaria, que difumina las barreras sociales, porque “es un estilo que puede llevar un profesor universitario, un músico bohemio o un trafcante de drogas”. Todos los testimonios del documental señalan que pocos han escuchado su nombre, “pero aquel que se ha puesto una camisa bien hecha y un par de mocasines está en deuda con él”. A pesar de su discreción, Simons reconoce su papel como modelador de una forma de expresarse que no ha dejado de estar en la calle aun en las épocas más hostiles para sus ideales estéticos. Quizás porque el concepto de Simons de la moda va más allá y tiene más que ver con un estado o actitud que se nutre tanto de la propia moda como de la arquitectura, el diseño, la música u otras disciplinas artísticas. Esa forma de mirar humanista que ha acabado haciendo de él una fgura atípica en el mundo de la moda.