COSTELLO NO SE ARRUGA

Lo que vas a oír supone una vuelta a la sonoridad pop de inspiración beatle de Imperial Bedroom (1982), uno de sus álbumes más sofisticados y barrocos, reflejada en esos medios tiempos densos y melódicos de Unwanted Number y Under Lime. Declan Patrick Aloysius Mac- Manus, más conocido como Elvis Costello ( Londres, 1954), pasó de angry young man ácido, en ocasiones – con franqueza– amargo, a suavizar su discurso y actitud; de las descargas urgentes de dos minutos y medio de patito feo, gafoso e inspirado antihéroe a sus colaboraciones más relajadas y pre- ciosistas con leyendas musicales de la talla de Burt Bacharach y Allen Toussaint, sin perder por el camino su personalidad primigenia.

Costello se ha atrevido con los años casi con todo, incluso con la clásica y la canción estándar, aunque en esencia continúe siendo un músico pop rock. Ni siquiera la en- fermedad parece poder con él, aunque el pasado verano tuvo que suspender su gira después de serle extirpado un tumor maligno. Pero Costello, lejos de arrugarse, reaccionó anunciando la edición para este mes de su nuevo disco, Look Know, junto a The Imposters, el primero en cinco años.

No importa que el bocazas de Keith Richards afeara su acento de clase obrera. Los tiempos del punk han quedado atrás y Elvis Costello es el gran superviviente. Ahora saca ‘Look Know’ a su manera