QUIZÁ ACABE PAGANDO LOS 8 EUROS DE FILMIN
Diez años lleva Filmin en el mercado. Con la experimental Tiro en la cabeza, la primera plataforma española online de cine y series se lanzó en 2008. Fue una decisión arriesgada: la película de Jaime Rosales, estrenada simultáneamente en salas, museos ( sí: museos) y Filmin era muda, así que algunos creyeron que el sistema fallaba desde el principio. Desvirgarse con un filme abiertamente raro y minoritario fue una decisión muy Filmin. A día de hoy, la empresa con sede (preciosa, por cierto) en Barcelona sigue siendo el lugar que uno visita en busca de esa película que solo duró unos días en cines, títulos desconocidos, cine de festivales, exotismo cultural extremo y clásicos de todo pelaje.
ORGULLOSAMENTE MINORITARIA
Un proyecto levantado por unos “locos del cine”, en palabras de sus fundadores. Pero no solo de aparentes locuras ( como inaugurar su servicio HD con Anticristo, de Lars von Trier) vive Filmin: ellos fueron parte del fenómeno Carmina o revienta y ‘ descubrieron’ a Carlos Vermut. Y suya es también la primera app para ipad de su tipo en Europa. Empezaron con espíritu de comunidad para aficionados al cine y han terminado convertidos en una plataforma con personalidad propia, orgullosamente minoritaria y, desde hace poco, fnancieramente rentable.
Jaume Ripoll, uno de sus fundadores, entiende que sus contenidos sean iden- tifcados con adjetivos como ‘radical’ y ‘ militante’, pero también insiste en la presencia en Filmin de películas tan accesibles como Truman o Tarde para la ira. Subraya, eso sí, que “nunca hemos querido ser el Netfix español. Aquí no encontraras ni las películas de Harry Potter ni Skyfall”. Pero sí que cuentan en su catálogo con el biopic de Yukio Mishima o The story of film, la extravagante – e hipnótica– serie documental del británico Marc Cousins sobre la historia del cine.
Y es que Tanto Ripoll como Juan Carlos Tous y José Antonio de Luna tienen claro que las series no son el futuro de las plataformas de contenidos audiovisuales, sino el presente. “Es donde está el talento ahora”, dice Tous. Una de las primeras que ofrecieron fue la mítica Fawlty Towers, que es de 1975. Otra decisión loca que, sin embargo, no podría tener más sentido.
Y no solo porque soy un romántico y es el último reducto de cine independiente que quedará cuando cierren los cines de provincias, ni tampoco porque es una de las pocas plataformas de cine española. Es que ellos son auténticos ‘gourmets’ del séptimo arte y necesito ayuda para separar el grano de la paja “Nunca hemos querido ser el Netflix español. Aquí no encontrarás ni Harry Potter ni ‘Skyfall’”