BATE QUE BATE
SI NO PUEDES TENER UN DOLCE & GABBANA EN TU ARMARIO, QUIZÁ PUEDAS TENERLO EN TU COCINA. NO PODRÁS LUCIRLO EN LA CALLE, PERO SERÁS LA ENVIDIA DE TUS INVITADOS CUANDO VAYAN A COMER A CASA POR SARA FERCO
Nada de lo que diseñan Dolce & Gabbana pasa desapercibido, y no iba a ser menos en el caso de la colaboración de la frma de moda con la marca (también italiana, también de lujo) de electrodomésticos Smeg. El diseño, la tecnología y el amor por Italia que profesan ambas se fusionan en la colección Sicily is my love, un conjunto de pequeños electrodomésticos perfectos para preparar las recetas de la mamma. Esta serie de lujo asemeja una galería de arte en miniatura y celebra el estilo de vida y la dieta mediterránea inspirándose en la isla de Sicilia, hogar de Domenico Dolce y Stefano Gabbana. Sicily is my love está formada por seis electrodomésticos: tostadora, exprimidor, hervidor de agua, cafetera, robot amasador y su última incorporación, la batidora de vaso. Todos los productos están pintados a mano por artesanos sicilianos y se reproducen a escala industrial respetando su diseño, tanto los colores como cada uno de los detalles forales hechos con la técnica crocchi e inspirados en las estampas más tradicionales de la isla: el carro siciliano, los templos griegos, el fascinante monte Etna, el teatro de marionetas, los cítricos, los dorados, las fores y el mar. Y es que si, como dicen, la cocina es un arte, ¿por qué no llevarlo hasta sus últimas consecuencias? Más info en es.sicilyismylove.com
DÓNDE ALOJARSE
En pleno meollo está el
Hotel Eugenia de Montijo
(Pza. del Juego de Pelota, 7), un pequeño hotel boutique con spa y bar con cócteles propios como el 3C o crema de mazapán dignos de probar. exclusivas, previa petición en su web (adolforestaurante. com). La relación de Muñoz con el vino es pasional: le gusta descubrirlos y compartirlos con sus amigos, algunos ilustres, como fue Camilo José Cela, a quien una placa recuerda en la propia bodega. Allí también podrás degustar sus propios vinos, los que elabora en sus viñedos del cigarral de Santa María, a las afueras de la ciudad. Y degustar cualquiera de ellos es el broche perfecto para una comida en Adolfo (Hombre de Palo, 7, Toledo). Son la compañía perfecta de su falso pisto, su lechón asado a baja temperatura con calabaza o su babilla de cordero lechal con wasabi y chile jalapeño. Nacida en 2016, la bodega Campo Elíseo Rueda es un proyecto de los prestigiosos vignerons franceses François Lurton, y Michel y Dany Rolland, que le han dado su toque especial a este vino sofsticado que gana en expresividad y matices en copa (14 €).