EL LADRÓN DE MÚSICAS
Tenía tres o cuatro años cuando su abuela le cantaba habaneras y unos pocos más el día en que una canción le llegó al alma: un clasicazo del estilo Dos gardenias. Estos son los primeros recuerdos musicales de Jairo Zavala (Madrid, 1973), el músico trotamundos y transfronterizo que se esconde detrás de Depedro. Bajo este seudónimo regresa con su quinto disco, Todo va a salir bien (Warner Music), aunque como fundador del grupo de rock Vacazul, la banda de música negra 3000 Hombres o como guitarrista de Luz Casal lleva muchos más. “Mis abuelos vivieron en Guinea y yo crecí escuchando esa vida soñada que un día se acabó de forma trágica. Cuando volvieron, se tuvieron que adaptar a otra muy distinta al paraíso en el que vivían y ese paraíso estaba lleno de fiesta, de color, de música... Y se lo trajeron para compartirlo”.
Él nació en Madrid, en Aluche, de padre peruano de origen vasco. Su adolescencia sonaba a Leño, a Obús, a Led Zeppelin. Y también a las canciones antiguas anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Tampoco faltaron los ritmos que le traía su padre de sus viajes por Latinoamérica y África. Este cóctel exótico le hizo abrir las orejas mucho antes de que él y su guitarra fueran compañeros de viaje: “Aquí tenemos infinidad de ritmos porque somos un país mestizo. El otro día hablaba con Drexler y Auserón sobre el origen de las rimas en lengua romance. Y si miras al sur, están los ritmos andalusíes... Así es el Mediterráneo, la cuna de la cultura. Pero también están África y América, y todo es muy
Depedro celebra rodeado de colegas diez años de canciones fronterizas, pero es Jairo Zavala quien nos cuenta cómo ha llegado hasta aquí: “Robando influencias”
interesante... Ahora estoy estudiando el folclore sudamericano, las chacareras argentinas”.
Es increíble que esta explosión de ritmos que en la teoría salen de su boca se traduzca en canciones sencillas, casi ancestrales, porque todo lo suyo suena a nuevo y a viejo a la vez. “Es porque robo todo lo que me encuentro por ahí para colorear mis canciones [risas], así que no sé hasta qué punto existiría mi música sin esos viajes y ese compartir con los demás”. Y eso es lo que ha hecho para celebrar diez años de Depedro, llamar a los suyos (Luz Casal, Auserón, Amparo de Amparanoia, Camilo Lara, Coque Malla, Fuel Fandango, Vetusta Morla e Izal) para revisar su cancionero y grabarlo casi del tirón: “Lo han hecho tan bien que hasta me he puesto celoso”. Y, lanzado el piropo, se vuelve a reír de sí mismo: “Depedro es el tipo que se sube al escenario a hacer el ridículo [risas], y yo soy Jairo”.
CALEXICO, SU PUERTA AL MUNDO
En este disco tampoco falta Calexico, el grupo de folk rock americano que le abrió las puertas al mundo en 2008. Con ellos ha girado mil veces como guitarrista y, a cambio, ellos han sido su banda. “También se lo debo a Amparito, que nos presentó. Recuerdo cuando me invitaron a Tucson, Arizona, a grabar mi primer disco como Depedro. Gracias a ellos me escuchan en todo el mundo”. Así es como pasó de tocar en los clubes de Madrid a hacerlo en Australia, Nueva Zelanda, Corea, América del Norte y del Sur, Rusia... destinos en los que ha compartido música y vivencias. “He bailado descalzo en Senegal con las mujeres que cosechaban, he convivido con los pueblos fronterizos de México, he tocado en el Preservation Hall de Nueva Orleáns... A veces no me lo creo: ¿cómo un tío de Aluche ha llegado hasta aquí?”. Ahora la experiencia “y la edad” le piden que frene. Solo este año ha estado 120 días fuera de casa: “Ahora mi mejor viaje siempre es el de vuelta. Quiero ser mejor guitarrista, mejor letrista, pero también mejor padre y mejor compañero”. Mientras lo consigue, su vida es gira: Toledo, Chile, Orense, México, Mieres, Salzburgo...
“Depedro es el tipo que se sube al escenario a hacer el ridículo. Yo soy Jairo”
calidad y la f abilidad –que está directamente unida a la seguridad de quien los conduce y de los que los disfrutan–. Todo ello envuelto siempre en un diseño audaz y depurado que te hará sentir que conduces un vehículo único, pensado para ti y para acompañarte, triunfar, seguir tu estilo de vida. Eligiendo Opel aciertas porque obtienes ingeniería alemana con innovaciones útiles, y un atractivo y personalizado diseño para emprender una experiencia al volante simplemente inolvidable.