Después de El hoyo
Ivan Massagué, protagonista de ‘El hoyo’, la película que ha batido récords en Netflix, asegura que sí, que hay vida al final del túnel, y puede ser muy loca
Con mucho humor. Así afronta Ivan Massagué, protagonista de la peli del confinamiento, la nueva normalidad.
Este actor barcelonés es uno de los pocos que han salido del confinamiento mejor que cuando entró. Está en racha y se nota. ESQUIRE: ¿Cuántas veces te has visto en el hoyo?
IVAN MASSAGUÉ: Como actor siempre estoy entrando y saliendo del hoyo. Nunca sabes en qué nivel te vas a despertar [risas]. ESQ: ¿La mejor manera de ver una peli?
IM: A la fresca.Yo lo hago todos los agostos como director de In-FCTA, que de oídas es toda una paradoja de nombre, ¿no? [risas]. Es el Festival de Cine de la Terra Alta, que se celebra al aire libre: lúdico, divertido y seguro.
ESQ: ¿Alguna vez has pasado hambre como el protagonista de El hoyo?
IM: No, porque soy cocinero. Cocino desde hace mucho tiempo como vía de escape. Soy muy nervioso.
ESQ: ¿Tu especialidad?
IM: Los arroces, pero el huevo en todas sus variantes es mi producto favorito. He estado en una casa con gallinas y los he desayunado recién puestos todos los días. El huevo frito con puntilla es un manjar.
ESQ: ¿El truco?
IM: Mucho aceite, muy caliente y, cuando humee, cascas el huevo.Y no se toca hasta el momento de sacarlo. ¡Pura miel!
ESQ: ¿Has visto de cerca la muerte?
IM: Sí, en México, con 24 años. Solo con una mochila, crucé la frontera por donde no debía y unos señores me pidieron dinero para entrar en Guatemala. Otra vez, en el Raval, subieron unos quinquis cuchillo en mano al palomar donde vivía.
ESQ: ¿Cuántas veces te has quedado en blanco sobre las tablas de un teatro?
IM: Mogollón, incluso sueño que salgo a actuar en una obra que no es la mía, no me sé el texto y nadie me lo pasa [risas]. ESQ: ¿Tienes proyectos a la vista?
IM: Dos, muy interesantes. No digo más.