Carrey sin máscara

UNO DE LOS MEJORES COMEDIANTES DE TODOS LOS TIEMPOS, ENGULLIDO UN MAL DÍA POR LAS FAUCES DE LA FAMA, SE DESNUDA EN UNAS MEMORIAS UN POCO PREMATURAS

El actor más histriónico enseña su verdadero rostro en unas memorias que darán mucho que hablar.

ESTE LIBRO EMPEZÓ CON PROBLEMAS. Un selfie, un aviso de que un misil nuclear nos iba a volar a todos por los aires y yo mismo, barbudo, perdido, tendido en una cama. Esperando el final, me di cuenta de que no había estado tan mal recorrer ese camino.

EL MISIL NUCLEAR NO ERA DE VERDAD. No sé si debería aclarar este punto. Alguien tocó un botón nuclear y todos los residentes de Hawái recibieron un mensaje que especificaba que un misil balístico de no-sé-cuántos kilotones iba a impactar en la isla. La mala suerte es que yo estaba en Hawái ese día. El día del selfie. Pero no hubo misil. Como ya, a estas alturas, sabréis.

EN REALIDAD TODO EMPEZÓ UN POCO ANTES, cuando alguien de mi equipo filtró un vídeo en el que salía yo con mal aspecto en la piscina de mi casa. Mi agente le dijo al mundo que estaba preparándome para la última película de

Terrence Malick. Por suerte,Terrence no dijo nada más.Y yo tampoco. Al de mi equipo le dieron 50.000 dólares por el vídeo. No podrá quejarse.

FUI UN ACTOR DE ÉXITO, DE MUCHO ÉXITO. De esos que ganaban 200 millones de dólares sin salir de casa. Había un torrente de dinero que me apuntaba directamente. ¿He dicho 200 millones? Eso ni siquiera fue uno de mis grandes éxitos.

ES IMPORTANTE DECIROS QUE FUI UN JOVEN MUY FAMOSO EN EL MUNDO DEL MONÓLOGO. Me descubrió el mismísimo Rodney Dangerfield en el Comedy Store de Los Ángeles.Yo actuaba allí regularmente a finales de los años 70 y él me vio un par de veces y me fichó para salir siempre antes que él a calentar al público.Y vaya si lo calentaba.

A LOS 10 AÑOS YA ACTUABA TODO EL RATO. Para mis parientes y mis amigos, quiero decir. Creo que el adjetivo ‘extrovertido’ se me quedaba corto. Estaba todo el rato dándole a la sin hueso, todos los días, a todas horas. No me interesaba nada más. Hasta llegué a enviarle un currículum a Carol Burnett, que en aquel momento era la cómica más amada de EEUU.

ME LLAMABAN ‘EL HOMBRE DE GOMA’. Yo me lo tomaba bien, porque hablaba de una de mis características en el escenario: mi flexibilidad. Mido un metro ochenta y ocho, así que era un poco chocante lo que yo era capaz de hacer con mi cuerpo, porque, normalmente, si cuentas buenos chistes no necesitas doblarte como una salchicha.

PERO YO HE VENIDO AQUÍ A HABLAR DE MI LIBRO.Todo empezó hace dos años con un selfie cuando creía que iba a morir. Entonces llamé a Dana Vachon y empezamos a escribir Recuerdos y desinformación. Iban a ser unas memorias y luego no, y ahora me resulta difícil saber qué cojones hemos hecho. Salgo todo el tiempo en tercera persona. ‘Jim Carrey esto’, ‘Jim Carrey aquello’. Es para despistar.

TUVE UNA CRISIS MUY GORDA. Esto no es ficción y convergen diversos factores. La superé pintando y haciendo cosas distintas. Algunas salen en el libro, otras no. Recordad que es ficción. Ni siquiera Nicolas Cage consiguió ayudarme, y él es uno de mis mejores amigos.

TODO CAMBIÓ CUANDO CONOCÍ A MI QUERIDA GEORGIE. Ella es el amor de mi vida. Luego llegó ese guion de Charlie Kauffman (ya sabéis, el de Olvídate de mí, la peli que le confirmó a todo el mundo que yo era muy buen actor).Todo eso cambió para bien mi vida… Solo que es ficción (o no) y para saber cómo acaba tenéis que leer la novela.

JUGUETES SEXUALES. Esto lo pongo a modo de click-bait, porque hay alguna historia en el libro que contiene un juguete sexual. ¿Os vais a quedar con la curiosidad?

PUES NUNCA (NUNCA) ME HAN NOMINADO AL OSCAR. Después de hacer Dos tontos muy tontos, Man on the moon, Ace Ventura, El chico del cable, La máscara o El show de Truman, nada. Un día dije que yo era elTom Hanks de los Globos de Oro y no lo decía en broma: me han nominado un montón de veces y me he llevado un par. Pero ni un Oscar. A veces les he insultado, pero hoy no.

SOLO QUIERO RECORDAROS ALGO IMPORTANTE SOBRE ‘RECUERDOS Y DESINFORMACIÓN’. Nada de esto es real, pero todo es verdad.

De mi novela autobiográfica, ‘Recuerdos y desinformación’, nada es real, pero todo es verdad”