A solas con Carvajal
EL LATERAL DERECHO DEL REAL MADRID HABLA, SIN FILTROS, DE SU RELACIÓN CON SUS COMPAÑEROS, ZIDANE Y DE CÓMO LE HA CAMBIADO LA CUARENTENA
Nos citamos con el lateral derecho del Real Madrid tras vivir la temporada más rara de la historia.
Seguramente uno de los mejores laterales derechos del mundo, Daniel Carvajal (Leganés, 1992) es de esos rara avis que, a pesar de haberlo ganado todo en el mundo del fútbol, sigue pasando desapercibido porque es lo que le sale de dentro. Cuatro Champions, tres Ligas contando con la recién conseguida y muchos más logros después (el último, anunciar que va a ser padre dentro de unos meses junto a su pareja, Daphne Cañizares), en las distancias cortas sigue siendo ese chaval de Lega que soñaba con jugar en el Real Madrid. ¿Cómo ha llevado el parón de la temporada, encerrado en casa? “Ha sido un poco como tener un león enjaulado”, dice sonriendo.Y con gesto serio remata: “Pero no me puedo quejar: vivo en una casa grande, con gimnasio para entrenar, jardín... Me he sentido muy afortunado y por eso he intentado ayudar en lo que he podido a quienes sí lo estaban pasando mal de verdad, con situaciones mucho más adversas”, dice. Explica que, durante la cuarentena, la plantilla ha seguido entrenando a distancia. “Porque, a la vuelta, había que volver a jugar y competir en pocos partidos muy concentrados. El gran miedo eran las lesiones, la verdad”, confiesa. Aunque, al final, todo ha ido bien y el Real Madrid ya atesora otro trofeo. Sin embargo, Carvajal no duda de que este final exprés pasará factura la próxima temporada: “En Navidad muchos equipos van a estar fundidos.Y los que quieran llegar lejos en Champions tendrán que dosificar minutos, porque si no es imposible.Y no solo en cuanto a la carga física, sino también en la mental”, apunta.
NO ES FÁCIL HACER AMIGOS EN EL MADRID
Uno de los secretos del éxito de este Madrid es, sin duda, Zidane. ¿Qué tiene de especial? “Su mayor virtud es la tranquilidad que nos trasmite. No se altera nunca y, vayan las cosas bien o mal, guarda la compostura. Eso es algo que a los jugadores nos da mucha tranquilidad. Además, su punto fuerte es que confía mucho en la plantilla. Nos hace sentir que todos podemos sumar, y eso convierte a su equipo en un equipo ganador”, asegura. De hecho, Carvajal reconoce que ha sido uno de los entrenadores que más han marcado su carrera: “Llevo muchos años y títulos ganados con él, y aprendo de su experiencia a diario. También me siento muy identificado con Lopetegui, con su forma de presionar y atacar, y tengo muy buena relación personal con él”, termina.
Solo hay que echar un vistazo a sus redes para ver que, además del fútbol, su prioridad es su familia,
“HE CAMBIADO EL CHIP E INTENTO QUE CADA PARTIDO SEA ESPECIAL, COMO SI FUESE EL ÚLTIMO QUE VOY A JUGAR”
sus perros (tiene tres) y sus amigos de toda la vida. “Seguimos teniendo el grupo y nos vamos juntos de vacaciones. Los orígenes son muy importantes para mí” dice. Con ellos practica otra de sus grandes aficiones: la Play. “Ahí estoy peleándome con mi chica, rascando una horilla más [ríe]”.
Y en el Madrid, ¿no ha hecho amigos? “No es fácil. Cuando me fui a Leverkusen, donde la media de edad era de 23 años, fue más sencillo. Todos compartíamos aficiones, no teníamos mujer ni hijos. En el Madrid, todos tienen su vida hecha y es un club tan afianzado, en el que todo el mundo lucha tanto, que no hay tiempo para más y se mantiene la vida privada al margen”, asegura.
Echando la vista atrás, si tiene que destacar un hito del Real Madrid, no duda: “El gol de Mijatovic en la final de Champions ante la Juve. Me acuerdo de que era muy pequeño y me puse a saltar por el salón. Son momentos que se te quedan grabados y los recuerdas con mucha emoción”, dice. De su paso por la cantera queda un recuerdo especial: una foto junto al gran Di Stéfano, poniendo la primera piedra de Valdebebas. “Estaba tan nervioso que la puse y me fui corriendo”, dice.
Gento, Chendo, Salgado... ¿quién es el mejor lateral derecho del Madrid antes de él? “Chendo estuvo muchos años, Paco Gento es el que más Champions tiene y Salgado era uno de mis ídolos... Me quedaría con un trocito de cada uno”, dice. Respecto a qué debe tener un buen lateral derecho, dice: “El fútbol ha evolucionado mucho. Cada vez vemos más ese extremo reconvertido a lateral y más extremos puros pegados a la línea. Se juega mucho interior que vira hacia dentro y deja el carril libre para el lateral, pero en definitiva yo opino que el lateral pertenece a la línea de cuatro defensas, y primero tiene que ser un buen defensa y luego atacar”. Sabe que, con 28 años, el final de su carrera está más cerca, pero prefiere no pensarlo: “Con la cuarentena he cambiado el chip e intento que cada partido sea especial, como si fuese el último que voy a jugar.Todo ha pasado muy rápido y lo voy a echar de menos, así que tengo que disfrutarlo”, indica.
En cuanto a su estilo, asegura: “Me gustan las cosas básicas: camisas, camisetas, bermudas... No soy de brillos ni de muchos colores.Y si alguien me regala algo de ropa, aunque no me la ponga, no me desprendo de ello, esa manía sí la tengo”, termina.