LAS SIETE VIDAS DE ZOË
Una adolescencia revuelta, años de secundaria ‘indie’ y mucho trabajo interior han conseguido que la hija de Lenny Kravitz ascienda a primera división en la liga de las estrellas de cine y las embajadoras de marcas de cosmética
Pasar la adolescencia rodeada de pibones de interminables piernas, como Adriana Lima o Nicole Kidman (ambas exparejas de su padre, Lenny Kravitz), produce inseguridad a cualquiera. ¿Quién habría salido indemne de la época de las espinillas y los primeros síndromes premenstruales con un ángel de Victoria’s Secret sentado a la mesa a diario?
BULIMIA Y ROCK&ROLL
“Papá se comprometió con Adriana Lima, la mejor modelo del momento. Un día bajé las escaleras por la mañana con el pelo despeinado y me recibió una de las mujeres más bellas del mundo. ¡Adriana estaba deslumbrante incluso recién levantada, en la mesa del desayuno!”, ha confesado.Toda esa presión a su alrededor y el cambio de vida que supuso para ella mudarse con su padre a Miami (hasta entonces había vivido con su madre en Nueva York), le produjo grandes problemas de autoestima, hasta el punto de caer enferma. “Desarrollé bulimia, por toda la presión que sufrí en Miami. Adriana Lima no fue la culpable, pero todavía tengo un sentimiento negativo cuando la veo.Y no es justo, porque ella fue amable conmigo”, aseguraba recientemente.
Veinte años después, Zoë Kravitz (Los Ángeles, 1988) es una mujer de éxito. Es uno de los rostros mejor pagados por firmas como Yves Saint Laurent, que la proclamó “el rostro de la belleza mundial” en 2017, o Dior, de cuyo perfume Black Opium es imagen desde 2019.Y mientras tanto se ha ganado un puesto en el cine. Ha sido una carrera de fondo, pero después de muchos años haciendo papeles secundarios (hasta Big Little Lies, uno de los más sonados, había participado en una treintena de proyectos), parece que ha llegado su momento. Este otoño se estrena en su primera serie como protagonista, Alta fidelidad, y a principios de 2021 la veremos como Catwoman en la nueva entrega de Batman, junto a Robert Pattinson.
Este otoño estrena su primera serie protagonista, ‘Alta fidelidad’
UNA CHICA COMPLICADA
En Alta fidelidad, una serie basada en la novela de culto de Nick Hornby y su adaptación cinematográfica (en la que Lisa Bonet, su madre, formaba parte del elenco), Zoë es Robyn, la versión femenina del protagonista, Rob Brooks (John Cusack). Ella también habla de forma directa al espectador haciéndole partícipe, y el punto de partida es el mismo: una ruptura amorosa que lleva al personaje a echar la vista atrás. Su actuación es lo mejor de esta versión, que podremos ver en España en septiembre. Sobre su personaje ha dicho: “Es una persona neurótica que no puede salirse de su propio camino. Para mí es irónico que en muchas historias los hombres sean los personajes complicados, cuando las mujeres somos más complejas. Se supone que debemos ser perfectas y cuidar de todos, pero a veces nos desmoronamos y somos un desastre”.
Quizá la vida más larga de Zoë comience ahora, enfundada en el traje de cuero de Catwoman. Kravitz es consciente de la responsabilidad que supone entrar en el universo de Selina Kyle: “Cuando llegó el comunicado de prensa, recibí más mensajes de texto que en mi cumpleaños o el día de mi boda. De repente, me di cuenta de lo que esto significa, no solo para mí, sino para todos los demás”.