Aitana Sánchez-Gijón
Cree en la humanidad, en las plataformas de streaming porque han recuperado a las actrices maduras, y ahora también en Almodóvar, al que mira de otra forma desde que han rodado juntos Madres paralelas
´Me encantaría tener un Goya, pero ni siquiera he recibido una nominación. Sería un regalo impresionante, pero mentiría si digo que me importa... Sí me siento muy honrada de haber sido la primera presidenta de la Academia de Cine, pero lo viví muy joven y con sentimientos encontrados. No me gustaba que me preguntaran por el hecho de ser mujer y presidenta. Ojalá pronto no se pregunten esas cosas.
´La isla del tesoro fue el primer libro que recuerdo que me enganchó. Debía tener unos 10 años. Era verano, estaba en Formentera y no podía ir a la playa porque me puse enferma. Luego ya pasé a Julio Verne, a Edgar Allan Poe... También leía las aventuras de Los cinco. Y con 13 años leí Marianela de Galdós y lloré como una magdalena. Desde entonces me enamoré de él, de Clarín y de todo el realismo español.
´Me moriría si no pudiera dedicarme a la interpretación. Por eso reivindico tanto la vocación y el poder desarrollar una carrera profesional sin que haya que elegir entre familia y trabajo. Para mí el trabajo es igual de importante que las otras parcelas de mi vida. Es lo que me construye, lo que me identifica, me hace crecer y ser quien soy.
´ No fui una adolescente rebelde. Fui una chica buena, muy estudiosa, que sufría mucho por amor porque casi todos los chicos me dejaban.
´Trabajar con Almodóvar en Madres paralelas ha sido muy placentero. Confieso que al principio llegué con el temor de no estar a la altura, se habla tanto de él y de su forma de trabajo... Pero ahora que hemos acabado de rodar puedo decir que ha sido una experiencia muy enriquecedora. Empezamos a preparar los personajes con mucho tiempo y ensayamos juntos durante meses. Por eso, cuando llegó la hora de filmar, las escenas y los diálogos brotaban solos gracias a ese trabajo previo. Hay pocos directores que trabajen así.
´La industria del cine es cruel y arbitraria. No sabe muy bien qué hacer con las mujeres maduras. A mí dejaron de llamarme para hacer cine a partir de los 35 años. Por suerte, he tenido y tengo una carrera teatral riquísima (Medea, la Nora de Ibsen, Hécuba, la Chunga de Vargas Llosa...) y he seguido haciendo televisión. Pero resulta injusto porque en esa franja de edad las mujeres tienen historias mucho más interesantes que contar. De eso se han dado cuenta las plataformas de streaming y por eso ahora hay un auge de series protagonizadas por mujeres maduras. De hecho, en la vida real es a esa edad cuando empiezan a surgir las historias realmente interesantes.
´Pablo Carbonell es mi primo hermano. Venía mucho a mi casa cuando llegó a Madrid a estudiar Bellas Artes porque su familia era más tradicional y mis padres eran más abiertos y se sentía acogido. Entonces, él y Pedro Reyes hacían teatro callejero en El Retiro y era guapísimo. A mí me fascinaba lo guapo que era mi primo. Lo sigue siendo, pero de joven era un escándalo.
´Mis padres tenían un fuerte compromiso político y eso me ha marcado mucho. Crecí en una casa llena de libros y de gente interesante que nos visitaba y discutía de temas de toda índole [su padre era catedrático de Historia y su madre profesora de Matemáticas]. Hasta que me mandaban a la cama, me dejaban deambular por ahí y a mí me encantaba escuchar esas conversaciones.
´Mi reencuentro con Penélope Cruz en el rodaje de Madres paralelas ha sido muy emocionante para las dos. Trabajamos juntas en el pasado y tuvimos una época en la que fuimos muy muy amigas. Incluso nos íbamos juntas de vacaciones a Zahara de los Atunes, en Cádiz. Luego la vida nos llevó a cada una por un lado, pero siempre nos hemos querido mucho. Ahora, en el rodaje, nos hemos puesto al día.
´Me han molestado, me han acosado, me han metido mano en el cine, me han enseñado la polla en el parque… He tenido situaciones feas, pero nunca me han propuesto acostarme con nadie a cambio de trabajo. Las nuevas generaciones tienen el punto de tolerancia mucho más bajo, afortunadamente también para nosotras. Lo veo en mi hija.
´ Ya tengo a los hijos criados, así que estoy en una fase de la maternidad muy gozosa porque ellos ya están de salida y yo también [risas].
´Soy creyente: creo en el prójimo, en hacer el bien, en el amor, en la justicia social, en la solidaridad y en una sociedad igualitaria. Por eso ahora, con el auge de la ultraderecha en España, debemos estar atentos para proteger la esencia de los valores democráticos. Aitana Sánchez-Gijón (Roma, 1968) ha rodado la nueva película de Almodóvar, Madres paralelas. Tiene pendiente de estreno la serie El corazón del
Imperio, en Movistar+, sobre las mujeres poderosas de Roma, y la obra de teatro Malvivir, inspirada en la literatura de las pícaras del Siglo de Oro.
´Me han acosado, me han metido mano en el cine, me han enseñado la polla en el parque, pero nunca me han propuesto acostarme a cambio
de un trabajo”