‘Influencer’ de ‘Élite’.
CANTA, BAILA Y ACTÚA DESDE QUE ES UN NIÑO, PERO HA SIDO AHORA CUANDO AL ‘INFLUENCER’ SE LE HAN ABIERTO LAS PUERTAS DEL CIELO AL CONVERTIRSE EN LA NUEVA ESTRELLA DE ‘ÉLITE’
Con casi seis millones de seguidores en Instagram, Manu Ríos no es una cara desconocida, pero sí el nuevo fichaje del fenómeno de Netflix. Te lo presentamos.
Con mis quinientos y pico seguidores de andar por casa en Instagram, no me puedo imaginar cómo debe de ser eso de que cinco millones seiscientas mil personas te observen cada día. Esta es la cifra que Manu Ríos (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 1998) ostenta en sus redes sociales sin dedicarse a nada en concreto y a la vez a mil cosas: modelo, cantante, bailarín, diseñador... Por eso, cuando aparece en los platós de Hearst España y se baja del taxi, no puedo evitar imaginarlo acompañado de esa millonada de gente. ¡Qué horror!... Menos mal que el espejismo solo dura segundos. “Buenos días, soy Manu Ríos, encantado”, dice educadísimo como si no conociéramos su cara. Sé que para algunos esto de ser influencer es una chorrada descomunal, pero lo cierto es que bien montado no solo da de comer: también es un trampolín de oportunidades. Y eso le ha pasado a
Manu. Gracias a su perfil una directora de casting contactó con él. Cuando le veáis en la temporada 4 de Élite poniendo patas arriba el colegio Las Encinas (en
Netflix desde el 18 de junio) comprobaréis sus dotes de intérprete.
ESQUIRE: ¡Vienes fuerte! Menudas escenas de sexo has rodado en tu debut. ¿No te dio corte marcarte un trío con Ander
(Arón Piper) y Omar (Omar Ayuso)?
MANU RÍOS: Precisamente ese fue mi primer día de rodaje, así que imagínate, iba acojonado [risas]... pero el equipo me lo puso fácil: fueron empáticos, acogedores y trataron todo con mucha delicadeza. Mis compañeros también me tranquilizaron un montón, así que cuando empezamos a grabar era ya muy consciente de que aquello solo era un papel. Cuando perdí la vergüenza y el pudor hasta me lo pasé bien [risas]. Pero sí, fue difícil, porque soy bastante tímido y pudoroso.
ESQ: Interpretas a Patrick Blanco, el hijo del nuevo director. ¿Le vamos a amar o a odiar?
MR: No creo que la gente acabe odiándolo, por lo menos eso espero, pero es cierto que crea polémica, expectación y sentimientos encontrados. Digamos que tiene sus luces y sus sombras, como casi todos en Élite. Desde aquí pido que empaticéis con él, porque a veces las cosas se le van de las manos [risas].
ESQ: Si tú fueras al colegio Las Encinas, ¿con quién te llevarías y con quién no?
MR: Con Guzmán (Miguel Bernardeau) no congeniaría demasiado: es muy diferente a mí, aunque tampoco me caería mal. Sería amigo de Omar, un personaje supertierno, y de Ander. Creo que son los más estables. Ah, y también con Mencía (Martina Cariddi). Es un poco caótica, pero una ‘hermana’ superguay.
ESQ: ¿Tu colegio se parecía en algo a Las Encinas?
MR: ¡Qué va!Yo soy de pueblo, de Calzada de Calatrava, un sitio pequeño, creo que no llegamos a 5.000 habitantes. Estudié en el colegio público de allí, todo muy normal y muy tranquilo. Por suerte no había estos dramas [risas]. ESQ: De pueblo, pero de uno bien situado en el mapa.Y qué productos da la tierra. ¿Conoces a Pedro Almodóvar?
MR: No le conozco, pero le he visto en algún evento aquí en Madrid. Nunca me he acercado a decirle nada porque me da mucho respeto. Admiro tanto lo que hace, que me daría vergüenza. Pero me encantaría conocerle, hablar con él y a lo mejor en un futuro trabajar juntos... ¿Te imaginas? Eso sería para mí un sueño. Ojalá ocurra.
¡Pedrooooooo!, apunta este nombre en tu lista de posibles futuros fichajes porque el chico, además de guapo, tiene maneras de actor.Y como siempre que puedes promocionas tu tierra... La carrera de Manu no se ha hecho de un día para otro. Entrar en el universo Élite va a ser todo un despertar cuando medio planeta le vea en acción (habrá que vigilar cómo asciende su número de seguidores cuando le descubran en América), pero lo suyo viene de lejos. Hijo de una peluquera y un electricista, cuenta que a los cinco años cantaba, bailaba y hacía performances con las clientas de su madre como público. “Manoli, te lo digo de verdad, tu hijo tiene que dedicarse a esto”, recuerda que decían. Su vocación temprana y su talento le llevaron al programa de Castilla-La Mancha TV Cántame lo que pasó. También concursó como bailarín en Tú sí que vales y fue la ficha roja, o sea, la principal, del renovado grupo musical Parchís. Don Pepito y Los Miserables son algunos de los musicales presentes en su currículum. ESQ: Veo que siempre lo has tenido muy claro. ¿Nunca has querido ser otra cosa?
MR: También quise ser catedrático y dar clases, pero eso se me pasó pronto [risas]. Siempre me ha gustado estar delante de una cámara: actuar, bailar, cantar..., aunque también he hecho mucho fútbol y kárate. Por eso estudié danza clásica y hip-hop, y viajé a Boston para formarme como músico. Siempre he tenido muchas inquietudes y la suerte de que mi padre, cámara en mano, me grababa todo lo que hacía y lo subíamos a YouTube. Ahí empezó mi comunidad cuando era un niño. Desde aquí doy las gracias a todos los que me siguen.
ESQ: ¿Y la moda y el diseño?
MR: Al ser mi madre peluquera siempre he dado mucha importancia a la estética. Ahora incluso diseño joyas con mucho rollazo junto a unos amigos: TwoJeys.
ESQ: ¿Tus marcas fetiche?
MR: Dior, Prada, Loewe... combinadas con low-cost.
ESQ: Si pudieras elegir, ¿cuál sería tu próximo proyecto? MR: Sacar un disco. Ojalá me dé tiempo a componer algo para la temporada 5 de Élite y protagonizar una peli con una temática en la que pueda aportar. Me emocionó mucho Call me by your name, y Cisne negro es una de mis preferidas. También hacer más tele, retomar el teatro...
“EL PRIMER DÍA DE RODAJE TUVE QUE HACER UN TRÍO CON ARÓN PIPER Y OMAR AYUSO. CUANDO PERDÍ LA VERGÜENZA HASTA ME LO PASÉ BIEN, PERO SÍ, FUE DIFÍCIL. SOY TÍMIDO Y PUDOROSO”