ASÍ EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA
BREITLING LANZA UNA NUEVA VERSIÓN DEL NAVITIMER POR SU 70 ANIVERSARIO
No es fácil actualizar un icono sin transmutar su esencia. Hay que hacerlo con mimo. Esta reflexión viene que ni pintada para una leyenda de la relojería: el Navitimer de Breitling, uno de los cronógrafos mecánicos más admirados del mundo. En 1952, Willy Breitling desarrolló un cronógrafo de muñeca con una regla de cálculo circular que permitía a los pilotos realizar todos los cálculos de vuelo.
Dos años después, la Asociación de Propietarios y Pilotos de Aeronaves de EEUU (AOPA, por sus siglas en inglés) anunció que se convertiría en su reloj oficial. Así nació el Navitimer, acrónimo de navigation y timer. Ahora, con motivo de su 70.º aniversario, Breitling lanza un nuevo Navitimer que incorpora sus características más clásicas, mejorándolas con refinamientos modernos. Es inconfundible gracias a su regla de cálculo circular, los índices de bastón, el trío de contadores del cronógrafo y el bisel con muescas para facilitar el agarre. Sus cambios se perciben de cerca.
Una regla de cálculo plana y un cristal convexo crean la ilusión de un perfil más compacto y la alternancia entre acabados pulidos y cepillados confiere a los elementos metálicos una calidad lustrosa, pero discreta. Está dosponible en tres tamaños (46, 43 o 41 mm), dos materiales para la caja (acero inoxidable u oro rojo de 18 quilates) y una selección de correas (piel de cocodrilo con acabado brillante o brazalete de metal con siete eslabones).
Los colores modernos con tonos de azul, verde y cobre definen las opciones mejoradas de la esfera. Y no cabe duda de que una de sus características despertará la nostalgia de los seguidores: el logotipo con las alas de la AOPA regresa a su posición original a las 12 horas.