UN DEPORTIVO DE CINCO MARCHAS
EL TISSOT PR516 RECUPERA EL PLACER DE LOS ANTIGUOS CRONÓGRAFOS DE CARGA MANUAL. LA COLECCIÓN TAMBIÉN INCLUYE LA OPCIÓN DE MOVIMIENTO DE CUARZO, MÁS ECONÓMICO
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Al igual que los coches, los relojes mecánicos se dividen entre automáticos y manuales. En los primeros basta con mover la muñeca para que el mecanismo funcione, mientras en los manuales hay que girar la corona para que esto ocurra. ¿Cuál es mejor? Va por gustos. En los automáticos te olvidas de tener que dar cuerda (siempre que te lo pongas con frecuencia), mientras los manuales apelan al lado más tradicional de la relojería y la exclusividad. Esto último es importante porque hay muy pocos cronógrafos manuales en el segmento medio del mercado, con el Omega Speedmaster Moonwatch Professional como gran icono. Tissot busca paliar esta carencia con el lanzamiento del PR516, un cronógrafo pensado para todos los aficionados a los relojes deportivos clásicos.
Tissot lanzó el PR516 en 1965 dentro de la colección Seastar con la misma filosofía que ha conservado hasta hoy: relojes robustos y deportivos, con una excelente relación calidad-precio. Tres años más tarde, la colección PR516 se amplió con una versión cronógrafo en la cual está inspirada esta reedición. Las semejanzas entre ambos son evidentes: bisel bicolor con escala taquimétrica, contador de minutos con tramo azul de 5 minutos o agujas ‘jeringa’, solo por nombrar algunos. Aunque es en la parte mecánica donde más se apela a su encanto vintage.
Tissot ha aprovechado el lanzamiento del PR516 para estrenar el calibre Valjoux A05.291, destinado a jugar un papel protagonista en el segmento más alto del catálogo de la casa. Es un movimiento de carga manual, con reserva de marcha de 68 horas y cualidades antimagnéticas e isocrónicas. Su preciosa arquitectura y acabado son visibles a través del fondo transparente de la caja de acero. Tiene un diámetro de 41 mm, es hermético hasta 100 metros y ya está disponible a un precio de 1.975 euros.
Pero las noticias sobre el PR516 no acaban aquí. Tissot quiere repetir con esta colección el éxito obtenido con el PRX. Para ello ha copiado algunas de las estrategias usadas en su lanzamiento. Una de ellas ha sido presentar una versión prácticamente igual del PR516 mecánico, pero equipada con movimiento de cuarzo. Son de tamaño y apariencia prácticamente iguales, y hay que ser muy observador para encontrar las diferencias. Eso sí, el precio baja considerablemente: 545 euros para las versiones de acero y 595 en el modelo bicolor con brazalete dorado. La decisión es tuya, aunque ya te aseguramos que no te arrepentirás con independencia de cuál elijas.