A cuadros
Tras tenerlo casi hecho al ganar las dos primeras jornadas, la selección necesita ahora un empate entre Inglaterra y Croacia con su derrota en Zagreb
La selección española ya no depende de sí misma para entrar en la ‘Final Four’ tras perder ante Croacia
Modric o Rakitic, que ponen el sentido a su juego. Para sacar algo positivo, España tendría que bajar al barro en el otro fútbol, y ahí nunca fue experta. Su intención fue salir por la posesión para frenar el ímpetu local, pero la presión anuló su centro del campo y la verticalidad del rival generó sufrimiento.
Apostó Luis Enrique por Sergi Roberto en el lateral derecho, el cuarto lateral en cinco partidos en una demarcación que añora a Carvajal. Llegaba de hacer aguas ante el Betis y Perisic lo buscó con descaro. Le cogió la espalda a los seis minutos y su disparo, seco y a ras de césped, lo repelía la madera en el primer aviso croata.
España sufría con los balones en largo y el fútbol directo de Croacia, que situó alto el nivel de la agresividad, al límite del reglamento. Encontró la permisividad del colegiado bielorruso en un partido para hombres. La oportunidad de recuperar prestigio tendría un precio.
Perisic incidía por la izquierda y su disparo se convertía en centro al que no llegaba Kramaric por milímetros ante la locura en una grada que apretaba. España necesitaba el balón para respirar y cuando lo tuvo fue adelantando metros mientras recuperaba confianza.