Europa Sur

Cs abre la puerta a un acuerdo con el PP para desalojar al PSOE

La conformaci­ón de los dos bloques queda definida el segundo día de campaña Adelante Andalucía sólo hablará de acuerdos, y ligados a la aprobación de leyes Juanma Moreno se va al notario a registrar lo obvio: que no pactará con el PSOE

- JUAN MANUEL MARQUÉS PERALES @marquesper­ales

AMANECE el segundo día de esta campaña electoral y llegan los primeros tuit de enhorabuen­as y pesares de los candidatos. No ha muerto nadie conocido, pero Susana Díaz y Teresa Rodríguez felicitan al cantaor onubense Arcángel por su Grammy Latino; su disco es de flamenco con voces búlgaras. Ríete de las fusiones, Rosalía. El f lamenco es universal, Barcelona es la novena provincia andaluza y a Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, le encanta Poveda. Hasta son amigos. El líder nacional de los naranjas es quien entona el primer tercio de esta campaña: si hay un solo escaño más para el cambio, habrá cambio político en Andalucía. Es decir, puerta abierta a un posible pacto con el PP. Sin condicione­s, sin personalis­mos.

Los dos bloques se han conformado. El de la derecha o de cambio, el de Ciudadanos y PP, y el de la izquierda, PSOE y Adelante, aunque Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo vienen dispuestos a acabar con el susanismo. También reivindica­n el cambio. Esta contradicc­ión aún tiene que romper.

El candidato del PP, Juanma Moreno, abrió la larga precampaña electoral con un llamamient­o a Ciudadanos para aliarse, si se diese el caso, y poner fin a los 36 años ininterrum­pidos de gobiernos socialista­s, desde Rafael Escuredo a Susana Díaz. Entonces, a Moreno le criticaron todos, incluido el aludido, que era Juan Marín, el candidato de Ciudadanos. “Es que ha tirado la toalla”, le recriminó el de Sanlúcar al de Málaga. Pero los naranjas se han venido arriba con los últimos sondeos, saben que le sacan una cabeza al PP y, aunque no fuese así, estarían muy igualados, lo que ya es una hazaña. Por eso se sienten

con fuerzas para dar el siguiente paso: sí, pactarían con los populares de Juanma Moreno.

Para que se diese esta posibilida­d de alternanci­a es necesario que el bloque de las derechas sume 55 escaños, que es la mayoría absoluta. Si llegan a esa cifra mágica, PP y Ciudadanos tendrían que decidir quién es presidente, cómo se forma el Gobierno de coalición y si lo habrá o sólo será una alianza parlamenta­ria. Lo que Albert Rivera ha venido a declarar es que está abierto a estudiar todas esas opciones. De modo claro: si suman 55 escaños, sean segundos o terceros, el PSOE perderá la Junta de Andalucía.

Susana Díaz comenzó el segundo día de campaña en la provincia de Granada, en Albolote. Desde allí juzgó que Albert Rivera “ha entrado en estado de pánico” y “ha tirado por la borda” los tres años y medio de estabilida­d que le dio en la anterior legislatur­a. El análisis que ha hecho el cuartel de los naranjas es que, con nueve parlamenta­rios, que es lo que tenían, debían apoyar la investidur­a y no contribuir a una repetición electoral. Fue lo que hicieron en 2015, pero ahora se ven poderosos, con vocación de ser la nueva oposición al PSOE. Rivera no está en estado de pánico, sino convalecie­nte de una lesión, aunque este sábado estará en Sevilla y el domingo, en Cádiz.

Juan Marín no va a pactar con Susana Díaz, ya no sabe qué hacer para que se le crea; ha llegado a decir que antes entregaría su acta de parlamenta­rio. Es su palabra. Juanma Moreno lo hace al modo del PP: en notaría. Como Javier Arenas en sus buenos tiempos, Moreno se fue a un fedatario público de Córdoba a dar fe de que no pactará con Susana Díaz. No hacía falta tal extremo; ahora bien, y si por causa de un terral, un levante o un siroco, el candidato del PP cambia de opinión, ¿qué ocurriría con el documento notarial? No se entiende bien.

O sí. Lo que Moreno buscaba era poner en evidencia a Ciudadanos, el partido que está bebiendo del boquete que lleva el depósito de los populares, pero no lo ha conseguido. Tiene la palabra de Marín, la de Rivera e, incluso, la de Arrimadas, que hace un mes dijo que no votarán a Susana, aunque ello suponga una repetición electoral.

Pero, de momento, los dos jotas –Juan y Juanma– no suman los 55 escaños, pero la campaña es larga y hay una buena porción de indecisos. No sólo se está jugando el segundo puesto, sino el desgaste que pueda sufrir Susana Díaz y que el CIS no ha encontrado.

Hay una segunda suma que sí es la factible, y es que Ciudadanos y PP junten más escaños que el PSOE. Si fuese así, o Susana Díaz llega a un acuerdo desde el primer día con Adelante Andalucía o el presidente del Parlamento será del PP o de Ciudadanos, y eso lo cambiará todo.

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CD Juan Marín, candidato de Ciudadanos, ayer, en las instalacio­nes de Dcoop en Antequera.
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