El rey del cachopo cae en Zaragoza, donde trabajaba como cocinero
César Román llevaba dos meses empleado en un restaurante con nombre falso y se había dejado barba
La Policía Nacional detuvo ayer en Zaragoza a César Román, el empresario conocido como el rey del cachopo, investigado como presunto autor de la muerte de su novia Heidi Paz Bulnes, cuyo torso apareció en agosto en una maleta de un local del distrito madrileño de Usera.
Más delgado, con barba e identidad falsa –usaba el nombre de Rafael Rujano y decía ser de Maracaibo (Venezuela)– llevaba trabajando desde hace dos meses como cocinero en el restaurante Casa Gerardo, situado
La dueña alertó a la Policía al reconocerlo en TV: “No puede ser, es mi cocinero”
en el número 57 de la calle Italia, en el barrio de Delicias de la capital aragonesa, sin levantar sospechas hasta que ayer por la mañana su dueña, Raquel, vio su imagen en un programa de televisión.
“No puede ser, es mi cocinero” dijo ante las cámaras de televisión, que poco después del mediodía ya aguardaban a las puertas del local, donde explicó que César se presentó hace dos meses en el establecimiento y le dijo que una persona le había dicho que en Casa Gerardo buscaban un cocinero con experiencia, y que se ofrecía a quedarse dos días de prueba.
De inmediato, Raquel llamó a las 10:15 a la Policía, siguió las instrucciones de que mantuviera la calma y actuara con normalidad y en torno a las 10:30 el rey del cachopo era arrestado.
Uno de los policías entró en la cocina con la excusa de la devolución de un pedido pero no pudo identificar con precisión al sospechoso, por lo que finalmente entraron el resto de agentes para pedirle al sospechoso que se identificara.
“Yo soy al que buscáis”, dijo a los policías justo antes de ser detenido y conducido a dependencias policiales en virtud de una orden de busca y captura emitida el jueves como investigado como presunto autor del asesinato de Heidi Paz Bulmes, de 25 años y nacionalidad hondureña con quien mantenía una relación desde hace unos meses.
Precisamente, las pruebas de ADN confirmaron el jueves que el torso descubierto, con los pechos amputados (fuentes policiales han precisado a Efe que la mujer llevaba prótesis de silicona), pertenecía a Heidi. Ni su cabeza ni sus extremidades fueron halladas, lo que ha dificultado las tareas de identificación.
Su familia denunció su desaparición el 23 de julio. Una semana después, hizo lo propio la de César Román. Se habían conocido meses antes porque ella trabajaba como camarera en uno de sus locales.
César Román cuenta con antecedentes por delitos de lesiones, estafa, falsedad documental y quebrantamiento de una orden de alejamiento respecto de otra mujer, con la que tiene un hijo.