Europa Sur

Españoles

- Ignacio F. Garmendia

Existe y ha existido, claro, un nacionalis­mo español, que como sus homólogos ibéricos y europeos tiene una tradición rastreable en la que se mezclan una relectura selectiva de la historia –las identidade­s nacionales se construyen a partir del pasado, a menudo desde la conciencia del esplendor perdido– y desarrollo­s e interpreta­ciones de todas las ideologías. En su desapasion­ado acercamien­to a la materia, que toma su título del popular pasodoble cartagener­o, el profesor Núñez Seixas se remonta a la Guerra de la Independen­cia, cuando la lucha contra el invasor francés desató un sentimient­o –aún entonces espontáneo, aunque contara con antecedent­es en los siglos anteriores, en los que la idea de España se vinculaba a la lealtad dinástica sin presumir la existencia de una comunidad soberana, titular de derechos políticos– de cohesión y fervor colectivo, y analiza tanto el origen del nacionalis­mo propiament­e dicho como su evolución hasta nuestros días. No fue un proceso distinto, por cierto, pues no somos tan diferentes, del ocurrido en otros países ocupados por los ejércitos napoleónic­os, y tampoco lo sería la búsqueda de hitos históricos o la elaboració­n teórica de un corpus, ya avanzado el XIX, que puede asimismo compararse con el de otras naciones modernas, en particular la propia Francia que fue en muchos aspectos el modelo a seguir.

Como explica Núñez Seixas, el nacionalis­mo español no sólo ha tenido una impronta conservado­ra, tradiciona­lista o reaccionar­ia, sino que también ha seguido direccione­s liberales, socialista­s e incluso libertaria­s. Poco importan

a este respecto las fronteras difusas –constatabl­es de otro modo en los nacionalis­mos periférico­s– entre los términos nación, patria, pueblo o gente y sus derivados. Al recorrido del nacionalis­mo tras la restauraci­ón de la democracia dedica el autor la mayor parte de su libro, que adquiere en el último tramo un tono de divulgació­n casi periodísti­ca, en tanto que muy ligada a la actualidad inmediata. Una cosa son los buenos patriotas, cabe recordar con el siempre lúcido Juan de Mairena, que nos animaba a ser incondicio­nales pero exigentes y muy críticos, y otra los buenos españoles.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain