La farmacéutica es una “industria responsable” pero es industria
ANTONIO Mingorance es tanto presidente de CACOF (Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos) como de Bidafarma, entidad que engloba a las cooperativas farmacéuticas de Andalucía. Mingorance achaca los casos de desabastecimiento a nivel nacional a causas relacionadas con problemas de fabricación o de cálculo de stock: “Las quejas de los pacientes suponen una reacción comprensible, pero aquí entra la relación que cada uno tiene con su medicamento, al que asocia con el remedio unívoco de una dolencia que quiere solucionar lo antes posible”. Ante la posibilidad de que pueda deberse a una medida de presión indirecta por parte de los laboratorios, Antonio Mingorance indica que la farmacéutica es una “industria responsable”, aunque “sí es cierto que, actualmente, muchos de los precios de los medicamentos están por los suelos, y los laboratorios están trabajando en muchas ocasiones a precio de coste o por debajo”. Aunque los problemas medianamente graves de abastecimiento en farmacias son los menos frecuentes, desde la Agencia Española de Medicamentos han puesto en marcha una serie de informes semestrales, dado que estos “tienden a prolongarse más en el tiempo”. Por su parte, la Comisión Nacional de Competencia ha detectado posibles irregularidades respecto a la distribución mayorista y comercialización de medicamentos en España, e investiga posibles restricciones a la competencia destinada a paliar la entrada de genéricos. A nivel europeo, Polonia concentra un mayor porcentaje de consumo de genéricos (61%). España, con un 22,3 %, se sitúa en la media. Andalucía es la Comunidad Autónoma que más genéricos receta, y la que más recetas dispensa. Hay laboratorios de genéricos, como Aristo Pharma Iberia, que dependen prácticamente de la subasta andaluza. Su nombre, sin embargo, no aparece en los primeros puestos de porcentajes de recetas en el mercado nacional (que abren marcas muy conocidas, como Cinfa, Normon, Teva, Kern Pharma, Bayer...) Desde FarmaIndustria, señalan que los desbastecimientos de ciertos medicamentos suponen un problema “complejo”, ya que suelen estar originados por “varios factores (tecnológicos, logísticos, económicos, regulatorios...). Ahí está el caso del Dalsy, ausente de las farmacias por algo tan simple como un error en el prospecto. La Asociación Nacional de la Industria Farmacéutica insiste en que la actual falta de disponibilidad de algunos medicamentos “no supone riesgo para la salud de los pacientes, ya que en el 80-90% de los casos existen productos de sustitución en el mercado con el mismo principio activo”. FarmaIndustria apunta, además, que el problema se está sufriendo, en mayor o menor medida, en toda Europa. “Las causas que responden a factores técnicos y logísticos son inevitables porque el error cero no existe”, explican. Respecto a las causas de carácter económico, fuentes de FarmaIndustria también señalan al “relativo diferencial de precios en los distintos países europeos”. Unas diferencias que “a veces provocan que comercializadores ajenos a las compañías farmacéuticas titulares del fármaco lo adquieran en un país de precio bajo para venderlo en un país de precio superior y obtener así un beneficio extraordinario. Se trata de una práctica legal, pero la realidad es que acaba generando desabastecimientos”. “Carece de toda lógica empresarial -añaden, al respecto-, pensar que un sector productivo genere intencionadamente un desabastecimiento en su propio mercado”. PILAR VERA