Prácticas innovadoras en los viñedos jerezanos de Fundador
Bodegas Fundador inició hace dos años algunas prácticas innovadoras en sus viñedos, no sólo relevantes para Bodegas Fundador sino también para toda la viticultura del Marco de Jerez.
El objeto de estas prácticas se basa, según explican desde la compañía, en la reducción del impacto medioambiental de la actividad reduciendo el uso de herbicidas en el cultivo, a través de dos experiencias sobre el control de malas hierbas. Dichas prácticas consisten en realizar una siembra de especies gramíneas o leguminosas que compiten con la flora más perjudicial, o bien, dejar la flora espontánea durante un tiempo.
En los dos casos, en primavera, esta vegetación es triturada, y sus restos, incorporados al terreno. La superficie ocupada por estas experiencias suma un total de 20 hectáreas, ubicadas en dos
La compañía busca reducir el impacto medioambiental de la actividad
de las viñas de Bodegas Fundador situadas en el Pago de Macharnudo.
Además, otra de las ventajas se basa en la mejora de la textura del suelo, menor erosión del terreno y contribución a la diversidad de la entomofauna beneficiosa. Igualmente estas prácticas permitirán experimentar con múltiples tipologías de vinos de calidades y variedades seleccionadas, así como otras materias primas frescas procedentes de la uva.
De otro lado, una experiencia novedosa que Bodegas Fundador está llevando a cabo es la que se denomina Rejuvenecimiento o Revitalización del viñedo. Partiendo de una parcela de mediana edad, cuyas cepas están muy inclinadas y deformadas, se realiza el corta por encima del injerto. De esta forma, en las proximidades del corte comienza a brotar una yema de Palomino con un vigor excepcional, que va a constituir una nueva cepa. Esta experiencia se encuentra en otras dos parcelas del Pago de Macharnudo.