Europa Sur

Ginés Marín y El Potito, toreo y flamenco con dos jóvenes artistas

● Ambos repasaron sus carreras en un nuevo Mano a Mano de la Fundación Cajasol

- Redacción

El matador de toros Ginés Marín y el cantaor El Potito protagoniz­aron, con lleno, una nueva edición de los Mano a Mano de la Fundación Cajasol en Sevilla, con la moderación de José Enrique Moreno.

Ginés Marín fue el encargado de abrir fuego evocando sus primeros compases en la profesión: “Cuando te metes en la vorágine de la profesión no lo ves tan rápido; te da la sensación de todo podría ir más aprisa”. “Es que el toreo y el flamenco siempre han ido de la mano”, replicó El Potito, aludiendo a algunos nexos comunes. “Camarón quiso torear pero vio mejor camino a través del cante”. Un cante que es el hilo sonoro de la trayectori­a del joven matador. “El flamenco me gusta, lo disfruto y en los momentos malos me sirve de consuelo y en los buenos de disfrute... También lo oigo toreando de salón; sin darnos cuenta, la música está presente en nuestra vida y ver las cosas sin sonido y sin compás es verlas desde otra perspectiv­a distinta”, apuntó. “Cuando el toro entra en la muleta es como un cante por bulerías”, señaló El Potito.

En ese punto saltó un concepto común al toreo y el flamenco: el compás y el ritmo. “Se pueden hacer las cosas muy bonitas pero si no tienes ritmo es como una casa sin cimientos”, prosiguió el cantaor añadiendo que “es como un toro al que tienes que saber dónde lo citas y dónde lo paras”. Marín entró al quite: “El compás tiene que estar presente en cada muletazo. No sólo la faena necesita ese ritmo; cada toro te pide uno distinto y uno debe saber acoplarse a lo que te pide en cada momento”.

“El temple es pararte en los cantes y depende de cómo salgas al escenario”, terció el cantaor. “Es saber estar en una plaza”, remachó El Potito que, como Marín, es de vocación precoz. “Yo me rodeaba de los viejos y siempre he estado con gente de más edad”, prosiguió el artista. “Decían que cantabas como una persona mayor... Le debo mucho a Camarón; fue el que me presentó a Pepe de Lucía y a partir de ahí se encaminó mi carrera”. “Cuando empiezas en el toro siempre estás rodeado de gente más mayor”, añadió Ginés, un torero de Jerez recriado y formado taurinamen­te en Extremadur­a. “La escuela de Badajoz me aportó mucho, cada uno saca su propia personalid­ad pero es importante que los maestros sepan enseñarte las bases”, recordó el torero, poniendo en valor el papel de estos centros formativos en los que, a su juicio, “se da una educación taurina que va más allá de ser matador de toros y te permite ir por la vida de una manera distinta”.

Ambos dialogaron, entre otras cosas, sobre la importanci­a del respeto y del éxito. Marín relató su salia a hombros en Las Ventas y El Potito afirmó: “El éxito puede masticarse mejor con un poco de madurez. Tener a Paco de Lucía al lado es lo más grande y, ahora, Vicente Amigo es uno de los artistas y las personas más importante­s”, en alusión a su último trabajo discográfi­co. “Camarón tuvo la varita mágica para absorber todo lo que se había hecho, poniendo la guinda del pastel de todo lo que se había hecho durante cien años”. Pero en el toreo también ha habido otros revolucion­arios y Marín apuntó dos, los dos de Córdoba: Manolete y El Cordobés.

 ?? TOROMEDIA ?? El diestro Ginés Marín y el cantaor El Potito se estrechan la mano antes del Mano a Mano en Cajasol.
TOROMEDIA El diestro Ginés Marín y el cantaor El Potito se estrechan la mano antes del Mano a Mano en Cajasol.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain