Navantia Puerto Real marca otro hito industrial a la espera de más encargos
La presidenta de la compañía anuncia la firma del contrato para la subestación de Noruega a fin de mes Protestas del comité por no consignar en los PGE los barcos incluidos en el nuevo plan
Navantia entregó ayer en su factoría de Puerto Real el tercer petrolero Suezmax, el Monte Urquiola, para el Grupo Ibaizábal. Se trata del segundo acto de envergadura de la empresa, que el martes ya realizó en San Fernando el corte de las primeras chapas para la construcción de las corbetas para Arabia. Este nuevo hito industrial, como después lo definieron los responsables de la empresa, se produce sin embargo en un momento en el que el dique puertorrealeño aguarda ansioso noticias de nuevos encargos. Y es que con la entrega de este buque, al astillero de Puerto Real tan sólo le quedará por finalizar la construcción del último petrolero, el Monte Uría. Una vez entregado en primavera, esta factoría tendrá que esperar la llegada de nuevos encargos o, si se confirma, colaborar con San Fernando en la fabricación de algunos bloques para las corbetas.
La llegada al astillero de la presidenta de Navantia, Susana de Sarriá, y del presidente de la SEPI, Vicente Fernández, se producía días después de conocerse que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no incluyen partida alguna para los barcos comprometidos en el plan estratégico para el dique puertorrealeño. Eso provocó que el nutrido grupo de trabajadores de industria auxiliar que acompañaron el acto mostraran su disconformidad.
Pese a ello, Sarriá no escondió el asunto. En su intervención ante las autoridades, la presidenta de Navantia recordó en su alocución que tanto el buque logístico de transporte para el Ejército de Tierra (TLET) como el Buque de Acción Marítima de Investigación Subacuática (BAM-IS) se está negociando con el Ministerio de Defensa. Pero, también, señaló que la empresa pública va a apostar por las nuevas contrataciones y el sector civil, así como el sector eólico offshore. En este sentido, ratificó que a finales de este mes se firmará el contrato para la construcción de la subestación para el campo petrolífero Johan Sverdrup en Noruega. Los trabajos de fabricación comenzarán en agosto de 2019, con un alcance de medio millón de horas de trabajo, ocupando a una media de al menos 350 personas, ha explicado Sarriá.
Antes, intervino el director de Navantia en Puerto Real, Pablo López, quien insistió en que la entrega de este tercer buque supone “un nuevo hito” para la factoría, teniendo en cuenta, aseguró, “que hace cinco meses entregamos el segundo y se están cumpliendo todos los plazos, recuperando tiempo y a plena satisfacción del cliente”. Alabó el trabajo de la plantilla y la industria auxiliar, muchos de ellos presentes en el acto. “Mi reconocimiento a todos porque habéis dado lo máximo y entre todos vamos a seguir construyendo el astillero de referencia”, dijo.
El armador, Alejandro Aznar, tuvo a bien dirigirse a los presentes en inglés, en deferencia a la madrina del acto de entrega, la vicepresidenta de la división de Crudo de Total, Valerie Goff, que cortó con el método de guillotina la cuerda que sostenía las dos botellas que se han estampado contra el casco, una vasca (tierra de origen del armador) y la habitual de la bodega portuense Sangre y Trabajadero.
Aznar volvió a reiterar la importancia de construir barcos civiles en Europa, teniendo en cuenta la enorme capacidad de producción
Ante las críticas sindicales, Sarriá dice que negocia con Defensa los nuevos barcos