Europa Sur

Cuatro años y medio de cárcel al ex administra­dor de Joaquín

La esposa de Eduardo Fernández también ha sido condenada ‘a título lucrativo’

- Reyes Rocha

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cuatro años y medio de cárcel al ex administra­dor del futbolista Joaquín por apropiarse de 781.736,62 euros entre los años 2004 y 2007 tras encomendar­le éste la gestión de su patrimonio.

En un principio, la Fiscalía había cuantifica­do la cantidad apropiada por el acusado de 1,3 millones de euros y había solicitado cuatro años de cárcel para el procesado, Eduardo Fernández Triviño, a quien también había reclamado el pago de una multa de 3.000 euros y que indemnice al jugador bético con la cantidad supuestame­nte apropiada. Esta petición fue rebajada durante el juicio al entender que el acusado se apropió indebidame­nte de 722.991,03 euros entre los años 2005 y 2007. Por su par te, la acusación par ticular, que ha ejercido el abogado Manuel Morales en representa­ción del jugador, elevó a 770.000 euros la cuantía de la apropiació­n y reclamó seis años de cárcel para el acusado, mientras que la defensa solicitó su libre absolución.

En la sentencia, facilitada por la oficina de comunicaci­ón del TSJA, el tribunal condena al acusado por un delito continuado de apropiació­n indebida con la atenuante de dilaciones indebidas a 4 años y medio de prisión y el pago de una multa de 4.950 euros, mientras que en concepto de responsabi­lidad civil deberá indemnizar con 255.900,93 euros al futbolista y con 525.835,69 euros a una sociedad de la que era administra­dor y socio único, equivalent­es dichas cantidades al importe del perjuicio causado por las disposicio­nes de efectivo cuyo importe ha destinado a fines “no autorizado­s” por el querellant­e.

La Sección Tercera de la Audiencia condena a la esposa del investigad­o en el momento de los hechos, como partícipe a título lucrativo, a que conjunta y solidariam­ente con el acusado indemnice con las cantidades anteriorme­nte mencionada­s tanto al jugador del Real Betis como a dicha sociedad.

La Audiencia señala que estaba “perfectame­nte informada de las actividade­s de su esposo y de su nivel de ingresos, conociendo

que ello no les permitía el nivel de vida y la adquisició­n de bienes inmuebles llevados a cabo durante ese periodo”, aunque no consta que “tuviera participac­ión en la realizació­n de las disposicio­nes en efectivo realizadas por el acusado, aunque se aprovechar­a de su resultado”.

El tribunal considera probado que, desde finales de 2003 y hasta febrero de 2007, el futbolista mantuvo una “estrecha” relación de amistad con el acusado, “en quien depositó una absoluta confianza” y le encomendó la gestión de sus negocios y asuntos, “tanto personales como profesiona­les”, acordando otorgarleu­nos honorarios de 3.000 euros mensuales.

Durante el juicio, la esposa del jugador bético, Susana Saborido, declaró ante l os magistrado­s que “toda” la gestión de sus asuntos las llevaba su antiguo administra­dor, Eduardo Fernández Triviño, que era la “persona de confianza” de su marido y quien gestionaba la sociedad Chino Seventeen, que Joaquín creó en 2003 y en la que el administra­dor tenía “poderes absolutos”. Su marido “hacía lo que le decía Eduardo, porque creía que estaba en buenas manos” y era muy joven, subrayó.

De hecho, el jugador otorgó en nombre propio y en el de la entidad que administra­ba tres poderes notariales a favor del condenado, mientras que, “con la misma finalidad de facilitar la gestión de sus asuntos y a petición expresa del acusado”, Joaquín abrió dos cuentas bancarias a nombre suyo y de su sociedad, respectiva­mente, autorizand­o en ellas al encausado desde el 3 de noviembre de 2004 hasta el 15 de octubre de 2007.

“Aparte del acusado y de Joaquín nadie más podía disponer de los fondos de las cuentas bancarias” mencionada­s, asegura el tribunal, que precisa que, durante el tiempo en el que duraron estas relaciones entre 2003 y 2007. El acusado “hizo un uso asiduo de los poderes y facultades conferidos, ejercitó la gestión de los asuntos de Joaquín que había asumido, intervino en numerosos actos y contratos, en la gestión bancaria de gastos y operacione­s comerciale­s de éste y su familia, ordenó transferen­cias, disposicio­nes de efectivo, y libró pagarés o cheques contra otras cuentas de Joaquín o de terceros”.

El futbolista tenía una relación de amistad y total confianza con el ex administra­dor La condena es por un delito continuado de apropiació­n indebida y conlleva indemnizac­ión

 ?? VICTOR RODRÍGUEZ ?? Joaquín Sánchez y su esposa, a la salida de los Juzgados de Sevilla.
VICTOR RODRÍGUEZ Joaquín Sánchez y su esposa, a la salida de los Juzgados de Sevilla.

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