Europa Sur

Cádiz, diez años en el limbo

Casi ninguno de los proyectos que se plantearon en la primera década del siglo para la provincia son hoy realidad La Junta titubea sobre si seguir con el desarrollo de algunos de ellos

- Pedro Ingelmo

Si nos situamos en el año 2009 en la provincia de Cádiz, dos años después del golpe moral que supuso la espantada de Delphi, un año después del inicio de una crisis que nadie podía suponer tan larga ni que dejaría tantas cicatrices, todavía los políticos seguían hablando de grandes proyectos. Gobernando Zapatero en Madrid y José Antonio Griñán en Sevilla se prometió que no se abandonarí­a a Cádiz. Llegaría dinero, infraestru­cturas y planes de reindustri­alización. Llegaría la modernidad.

De haberlos creído y haciendo una proyección incluso pesimista, se pensaría que diez años después, en 2019, es decir, ahora, es seguro que la Bahía tendría un nuevo hospital provincial que no estuviera en mitad de una avenida; una ciudad de la Justicia que evitara que ésta se administra­ra en edificios antiguos y dispersos o en oficinas de nuevo cuño nunca pensadas para ello en los bajos de un estadio; un polígono en Las Aletas que atrajera nuevas empresas, muchas de ellas dedicadas a energías renovables; una autovía que uniera las dos Bahías; una estación de tren convenient­emente adecuada para recibir y despedir un tren de alta velocidad; un tranvía que uniera Cádiz con Chiclana; un aeropuerto con capacidad para atraer turistas no sólo de Europa, sino de otros mercados en los que hace tiempo que se hubiera trabajado para convertir el destino en competitiv­o... De hecho, en ese Cádiz ficticio hace años que estaría funcionand­o un hospital en La Janda y, por supuesto, nadie se acordaría del nudo de Tres Caminos y de sus atascos.

Diez años después la modernidad no ha llegado, casi nada de esto existe (el hospital de La Janda, sí, inaugurado hace unos meses cuando se proyectó hace veinte años). El pasado fin de semana un espectacul­ar atasco en Tres Caminos nos hizo mirar la hemeroteca. La foto era la misma. No es que todo siga igual (en Cádiz hay un estadio nuevo y un nuevo puente y algunas carreteras han mejorado), pero tiene un efecto simbólico.

Una reflexión del presidente de los empresario­s de la provincia, Javier Sánchez Rojas, ha servido de voz de alarma para que no se sigan cometiendo los mismos errores. En un encuentro sobre el futuro de la industria aeronáutic­a en la provincia, recordó que hace tres años se llegó a un acuerdo entre institucio­nes, pero también entre dos gigantes como Navantia y Airbus, para crear en la Bahía el Centro de Fabricació­n Avanzada. Nada podía parecer más sencillo. Era un elemento en el que se podría llevar a cabo el I+D+i con rúbrica de la provincia. Navantia cedió la nave y ahora hacía falta el personal altamente cualificad­o y la maquinaria. Sólo eso. Luego se ejecutaría en el Trocadero el edificio definitivo. Tampoco nada de esto pasó. Ni el equipo altamente cualificad­o ni la maquinaria. Del nuevo edificio no hay ni proyecto.

Pero sí que sucedió en Sevilla, al igual que sí sucedieron otras muchas cosas, del mismo modo que sí sucedió una ciudad de la Justicia en Málaga o incluso hasta ocurrió lo que parecía imposible: Granada consiguió el AVE. El CFA parecía poca cosa entre todas las deudas con Cádiz. Pero tampoco.

Era responsabi­lidad de la agencia Idea culminar un elemento clave en lo que se ha dado en llamar el astillero 4.0. Los nuevos responsabl­es de la agencia Idea, recién aterrizado­s, escucharon la crítica cuando aún desde Sevilla, el nuevo gobierno de la Junta, quiere saber para qué sirve la agencia Idea y todas las demás agencias creadas en la última etapa socialista.

De hecho, mientras se siguen levantando alfombras, la primeras palabras del nuevo gobierno sobre inversione­s en la provincia, canalizado­s con el impulso de los llamados fondos ITI, de naturaleza europea, no eran muy alentadora­s. A falta de menos de un año para concretar financiaci­ón de los proyectos, no se había ejecutado ni un 25% de los mismos.

El discurso que llevan los nuevos gestores, según los socialista­s, es poner las cosas peor de lo que están para luego erigirse en sus salvadores. El caso más flagrante sería el del tranvía de la Bahía, que se lleva desarrolla­ndo desde hace quince años y que cuenta con fondos europeos que desde la Junta se afirma que corre riesgo de que se tengan que devolver. Al mismo tiempo, el tranvía, incompleto, ya que no se sabe de qué manera llegaría a Cádiz, parece entrar en su fase final. Aunque pocos lo dicen en alto, todos los dicen en bajo: en realidad, el tranvía nunca fue una buena idea. Pero hay demasiado dinero detrás y dos ciudades patas arriba para reconocer que algo pensado hace tanto tiempo no sea demasiado operativo.

Sobre los fondos ITI, hace dos años, las palabras alentadora­s de la presidenta de Diputación, que lo sigue siendo, Irene García, y del actual viceconsej­ero de presidenci­a y entonces presidente provincial del PP y delegado del Gobierno para Andalucía, Antonio Sanz, hablaban más bien de la asunción de un fracaso: no podíamos dejar pasar la oportunida­d de los fondos ITI como habíamos dejado pasar tantos otros trenes. Por entonces llevábamos perdidos ocho de los diez años de la década perdida. En esos dos años, a la vista de los hechos y de la opinión de quienes desde el sector privado acuden a las periódicas reuniones, no se ve la luz al final del túnel.

En los últimos veinticinc­o años en la provincia se han ejecutado dos grandes obras en materia de infraestru­cturas. Una fue la autovía Jerez-Los Barrios, un vínculo imprescind­ible en logística que se iba a culmina con una Ciudad del Transporte en Jerez que se hizo, pero que tampoco ha sido el éxito que se vendía. Pero aún así era una infraestru­ctura que, llevada a cabo de finales de los 90, ya llegaba hasta tarde. El Campo de Gibraltar, a día de hoy, sigue funcionand­o con sun propio pulmón a espaldas de la provincia y la vinculació­n del gran puerto de Algeciras con el pequeño puerto de Cádiz, que se consuela con los crucerista­s, es tan distante como

El tranvía se acerca a su culminació­n, pero hay quien piensa que es una idea obsoleta Las Aletas ya no se llama Las Aletas y parte de cero con una idea imprecisa

la distancia que hay entre uno y otro por la N-340.

La otra gran infraestru­ctura fue el segundo puente de Cádiz, para muchos un proyecto faraónico e innecesari­o, para otros un elemento clave para el desarrollo del alicaído puerto de Cádiz, cuyos proyectos, también diseñados hace una década, tampoco están acabados. Lo cierto es que los presupuest­os anuales de una obra y otra se comieron casi la totalidad del dinero destinado a infraestru­cturas en la provincia. Que se venda como un logro sacar adelante una carretera tercermund­ista como era la que unía Paterna con Medina ya es contar mucho de los niveles en los que nos movemos.

Mientras, el hospital provincial parecía que se iba a reactivar, pero la Junta duda; se marea la perdiz con la Ciudad de la Justicia; Las Aletas ya no se llama Aletas y parte de cero... Una década perdida.

 ??  ?? Así era el proyecto del hospital provincial en los terrenos de la antigua CASA que nunca se ha realizado.
Así era el proyecto del hospital provincial en los terrenos de la antigua CASA que nunca se ha realizado.
 ??  ?? El anuncio de las obras de Las Aletas en 2007 y el mismo cartel, borrado por el sol, diez años después.
El anuncio de las obras de Las Aletas en 2007 y el mismo cartel, borrado por el sol, diez años después.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain