Bernal, Bernal y Bernal
Nibali logra la victoria en la etapa, la sexta de su palmarés, en un parcial corto que coronó al ciclista de Ineos como vencedor de la prueba Primer colombiano que se corona en París
La cumbre de Val Thorens, a 2.365 metros de altitud, se convirtió en un escenario para la historia del Tour. Mientras Vincenzo Nibali (Bahrain), el eterno Tiburón, entraba en solitario brazos en alto, un colombiano de 22 años, Egan Bernal, llegaba de la mano de su compañero Geraint Thomas como ganador virtual del Tour 2019.
El italiano logró su sexto triunfo parcial en el Tour en una etapa de sólo 59 kilómetros que terminó en 1:51.53. Nada pidieron hacer los perseguidores, ni Alejandro Valverde, que cruzó la meta a 9 segundos, ni Mikel Landa, tercero.
Poco después quedó grabada una imagen para la historia del Tour y, tal vez del ciclismo. Egan Bernal entraba de la mano de Thomas, convirtiéndose en el primer ciclista colombiano en ganar la ronda gala y también el primer latinoamericano, además del más joven desde la posguerra.
Bernal subirá hoy en los Campos Elíseos a la cúspide del podio de París, acompañado finalmente de su compañero Geraint Thomas, quien le dio el relevo como ganador del Tour 2018. La tercera plaza será para el holandés Steven Kruijswijk.
Finalmente Francia no tendrá representante en el cajón, pues Alaphilippe se volvió a hundir en Val Thorens y bajó al quinto puesto de la general. En cuanto al ciclismo español, Mikel Landa, sexto, es el primero, a 4.23 del campeón, y Alejandro Valverde acabará noveno a 6.12.
Tras la tempestad que cortó de raíz la etapa del Iseran y la exhibición de Bernal camino de Tignes, llegaron nubarrones de dudas durante toda la mañana, hasta que finalmente en la margarita salió el sí y el pelotón echó a rodar hacia Val Thorens. Entre Albertville y la estación invernal más alta de Europa (2.365 metros), sólo 59 kilómetros, la etapa más corta del Tour del siglo XXI.
La minietapa salió lanzada, incluso con sol, a base de intentos que terminaron en una fuga compuesta por Nibali, Gallopin, Woods y Zakarin. Hasta Moutiers camino llano, y desde esta localidad todo subida. A pie de puerto, 2.30 minutos sobre el pelotón, donde el Jumbo Visma de Kruijswijk marcaba el paso controlado de cerca por el Ineos de Egan Bernal, al abrigo de tres compañeros.
El ritmo del Jumbo asfixió a Alaphilippe, pieza clave para el puzle. Eliminado el francés, el podio ya estaba decidido y algunos se animaron a tratar de discutirle el triunfo a Nibali, escapado toda la etapa.
El Tiburón atacó a 13 kilómetros de meta por la etapa del orgullo, de la rebelación contra el anonimato. Y nadie le pudo aguantar. Supo sufrir, lo dio todo y se quitó un peso de encima. Segundo en el Giro, se le torció pronto el Tour. Quedaba un zarpazo y lo dio en Val Thorens.
Mientras Nibali iba a lo suyo, por detrás seguían los hombres del Jumbo llevando la manija entre los favoritos. Ineos dejaba hacer y Movistar no asomaba, excepto con los tirones de Marc Soler, quien salió sin éxito en busca de Nibali.
Bernal no veía peligrar el maillot amarillo, Thomas ya era segundo y Kruijswijk tercero, Todos contentos. El que más, Bernal, ese chico que empezó a montar en bicicleta con 5 años y que ganó su primera carrera con solamente 9.
Preparada la fiesta final en París para recibir con honores al pelotón de la 106 edición del Tour de Francia, con Egan Bernal de protagonista como vencedor, pero con al aliciente para los velocistas de ganar la última etapa en la capital. El trayecto de 128 kilómetros finalizará cuando ya sea de noche en la Ciudad de la Luz.
La etapa, de tan sólo 59 kilómetros, es la más corta recorrida de todo el siglo XXI