Asesinato de estado
● Alta tensión en el Golfo Pérsico tras la muerte del general iraní Qasem Soleimani en un ataque premeditado de EEUU
Máxima tensión en Oriente Próximo. El presidente estadounidense, Donald Trump, autorizó la noche del jueves el ataque en el que murieron en Bagdad el poderoso general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, y Abu Mahdi al Mohandes, vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, en una ofensiva con drones en el aeropuerto de Bagdad (Iraq). “Salvó vidas de estadounidenses” al evitar un “ataque inminente”, dijo ayer el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una entrevista con la CNN. “No puedo dar muchos detalles sobre la naturaleza de la amenaza, pero la ciudadanía debe saber que la decisión del presidente (Donald Trump) de eliminar a Soleimaní del campo de batalla salvó vidas estadounidenses”, sostuvo Pompeo.
Soleimani, el representante para Oriente Próximo del líder supremo de Irán, Ali Jamenei, era la figura más importante y conocida a nivel nacional e internacional del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, lo que elevó su estatus de héroe a mártir tras su muerte.
Nacido el 11 de marzo de 1957 en la montañosa localidad de Qanat e Malek de la ciudad de Rabar, en la meridional provincia de Kerman, el militar alcanzó la graduación de general y su actividad en el exterior, la más reciente en la guerra de Siria, popularizó su figura ensalzada en los medios iraníes por su compromiso y dinamismo.
Se unió a los Guardianes de la Revolución en 1979, poco después del destronamiento de la dinastía de los Pahlevi y el establecimiento de la revolución islámica por el ayatolá Jomeini.
Como labor más destacada, iniciada desde el comienzo de su mando, sobresale el fortalecimiento de Hezbolá y los grupos militantes palestinos.
El ayatolá Jamenei añadió tensión al conflicto abierto entre Iraq y EEUU al jurar venganza contra los que asesinaron a Soleimani. “Su fallecimiento no detendrá su misión, pero los criminales que han manchado sus manos con la sangre del general y de otros mártires en el ataque deben esperar una dura venganza”, agregó el líder en un comunicado. El presidente iraní, Hasan Rohani, aseguró que “sin duda, la gran nación de Irán y las otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal EEUU”. El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, condenó enérgicamente el asesinato de Soleimani y aseguró que hará que Estados Unidos rinda cuentas.
El Ministerio de Inteligencia, el Ejército y el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución en separados mensajes y comunicados han asegurado que EEUU obtendrá una “dura respuesta” por este asesinato. Decenas de miles de iraníes salieron ayer a las calles de diferentes ciudades del país
El ayatolá Jamenei y el presidente Rohani prometen una respuesta dura contra EEUU
en protesta contra EEUU. Los manifestantes, tanto reformistas como conservadores, pidieron con furia “venganza” al Cuerpo de los Guardianes de la Revolución.
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y Francia, Emmanuel Macrón, respectivamente, mostraron ayer su preocupación por la muerte de Soleimani y constataron que “esta acción puede agravar seriamente la situación en la región” de Oriente Próximo. Durante una conversación telefónica, “ambas partes expresaron preocupación”, informó el Kremlin. Fue una “agresión criminal estadounidense traicionera” que se asemeja a los métodos de “bandas criminales”, condenó el Ejecutivo sirio.
Trump respondió a las amenazas al declarar que “Irán nunca ganó una guerra, pero jamás perdió una negociación”, mientras lucía una bandera estadounidense en su cuenta de Twitter. Según el Pentágono, Soleimani desarrollaba “planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Iraq y en toda la región”.