Atascados en Nervión
● El Sevilla salda con un empate la visita del Athletic al Sánchez-Pizjuán
El Sevilla, que volvió a tropezar en el Sánchez-Pizjuan, y el Athletic empataron en el arranque de 2020 y siguen pujantes en sus opciones europeas, tras un choque de gran intensidad que desveló cierta desaceleración del cuadro de Julen Lopetegui.
El partido empezó igualado, por lo mucho que ambos se jugaban, pero con el Athletic más suelto, con un planteamiento valiente de presionar y apretar cerca del área local y con un punto más de chispa e intensidad que los andaluces, a los que se les atragantó el sistema de 1-5-3-2 de los bilbaínos que les nubló las ideas.
El Athletic, mejor posicionado que un Sevilla algo perdido, ganó la batalla en el medio del campo y esto le dio pronto sus frutos al marcar el 0-1 Capa, tras aprovechar un buen servicio de Íñigo Martínez y la pasividad de la zaga local para batir, raso y con el exterior del pie, a Vaclik.
Los sevillistas quisieron rehacerse, pero, con Banega bien tapado y Ocampos como el más activo en ataque, se toparon con el ordenado entramado de contención del conjunto visitante, que no renunció a seguir mandando. El plantel nervionense dio un paso adelante, obligado por el marcador en contra, pero le faltó más claridad para generar ocasiones de peligro real ante un Athletic que siguió a lo suyo.
Tras un primer aviso de Banega, aún con 0-0, lo intentó a los 27 minutos Óliver Torres, que, como Jesús Navas por la derecha en su partido 500 con el Sevilla, entró poco en juego ante la presión vasca. También buscaron el gol sin éxito Joan Jordán y, sobre todo, Banega con un balón al larguero de córner directo en el minuto 40.
En la reanudación cambió el guión, pues los hispalenses, heridos en su orgullo, salieron a por todas. El Sevilla, mucho más intenso y vertical, pudo recoger pronto el premio a su mejoría, a los 19 segundos, en un remate de Munir, ahora escorado a la derecha, que sacó en boca de gol Yeray.
También pudieron ampliar su renta los bilbaínos después, pero el gol de Kodro fue anulado por fuera de juego, aunque los sevillistas insistieron con un buen juego y rapidez. De Jong estrelló un balón en el poste izquierdo de Unai Simón a centro raso, tenso y fuerte de Jesús Navas.
Fue el preludio del empate, que llegó un minuto después al pelear una pelota Ocampos dentro del área y centrar hacia atrás, con el infortunio para el Athletic de que Unai Núñez, con De Jong alerta para rematar, desvió el balón y marcó en propia meta el 1-1.