El pasado julio fue el tercero más cálido desde que hay registros y el octavo más seco de este siglo
Julio de 2020 ha sido el tercer julio más cálido desde que hay registros, por detrás de 2015 y 2006, que también se produjeron en este siglo y ha terminado con un carácter “muy cálido y seco”, con las segundas temperaturas máximas más altas de la historia y abundantes récords términos, al tiempo que fue un mes en su conjunto seco, con precipitaciones debidas en su mayor parte a tormentas, según informó ayer la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que lo sitúa como el octavo más seco de este siglo.
El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, explicó que a final de mes una ola de calor se propagó hasta principios de agosto y dejó “récords absolutos de temperatura”, es decir, que se alcanzaron valores nunca antes vistos en esas localidades.
Además, destacó que hasta el momento, ocho de los diez julios más cálidos se han registrados en el presente siglo y de ellos, seis de los diez más cálidos en la década actual. En cuanto a las precipitaciones, apuntó que en general fueron escasas y en forma de chubascos tormentosos, más bien dispersos.
En concreto, julio tuvo una temperatura media de 26 grados centígrados (ºC), cuando lo normal en España para el periodo de referencia (1981-2010) son 24ºC.
De este modo, el portavoz subrayó que fueron “especialmente” elevadas las temperaturas máximas diarias que estuvieron 2,3ºC por encima de la media, por lo que ha sido, por detrás de 2015, el segundo julio con máximas más altas desde que hay registros.
Por áreas geográficas, tuvo un carácter “extremadamente cálido”, es decir, el más caluroso de la serie en el suroeste de la Península, en el oeste y sur de Castilla y León y en zonas del centro y sur de Galicia.
En el resto de la España peninsular resultó muy cálido, excepto en algunas zonas del Cantábrico.