Etiopía reitera su triunfo en Tigray pero el fin del conflicto no está claro
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, volvió a reclamar ayer el triunfo del Ejército federal contra las fuerzas de las autoridades rebeldes de Tigray, pero no parece que hayan cesado las hostilidades en esa región fronteriza con Eritrea y Sudán.
En una intervención ante la Cámara de Representantes Populares (Cámara Baja del Parlamento) en Adis Abeba, Abiy afirmó que el Ejército federal ha salido “victorioso” y comparó el conflicto con la Guerra de Secesión de EEUU (1861-1865).
“A lo que nos enfrentamos es similar a lo que EEUU se enfrentó en la guerra civil”, indicó el mandatario, en referencia a la ruptura del “orden constitucional”, que atribuye al Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), partido que gobierna la región.
Abiy compareció ante el Parlamento tras declarar el sábado que el Gobierno federal tiene “el control total de la ciudad de Mekele”, capital de Tigray y sede central del FPLT.
Esa operación marcó “la finalización de la última fase” de la ofensiva que el mandatario ordenó el pasado día 4 contra el FPLT en represalia a un ataque de fuerzas tigriñas a una base militar etíope en Tigray, si bien la tensión entre el Gobierno central y las autoridades regionales rebeldes se vivía desde hacía meses.
Tras la toma de Mekele anunciada por el Gobierno federal, la televisión oficial regional Tigray TV informó de que fuerzas tigriñas derribaron un avión militar etíope en la zona de Abiy Addi y que el piloto fue capturado tras lanzarse en paracaídas, en un aparente mensaje de que las hostilidades no han acabado.