Subastas de medicamentos, otra vez
Soy farmaceútico, rural concretamente, conseguido tras mucho esfuerzo y sacrificio, y aunque no represento a ningún colectivo muchísimos colegas se verán reflejados en mi situación de asombro e indignación. Una de las promesas electorales del PP fue la de derogar las subastas de medicamentos en Andalucía que había implantado el anterior Gobierno socialista, ideadas por la actual ministra de Hacienda, Dª Mª Jesús Montero. Éste es un sistema perverso en sí mismo, impide al farmaceútico gestionar con independencia su stock, te impone la dispensación de un determinado laboratorio( de dudosa calidad) y coarta por tanto la libertad de dispensación. Pues bién, ahora el Gobierno PP-Cs quiere reintroducirlas maquillándolas un poco, pero en esencia son lo mismo. Tan sólo el grupo de Vox se ha manifestado en contra.
Los farmaceúticos andaluces hemos estado esperando esperanzados dos años que vayan caducando los contratos con dichos laboratorios, aceptamos responsablemente porque de lo contrario la Administración sanitaria debía indemnizarles por incumplimiento. Creo que no pedimos mucho, simplemente que se nos trate igual que a los farmaceúticos del resto de España. No hay que obviar que, como sanitarios, hemos estado en primera línea siempre, pero sobre todo en este periodo de pandemia; hemos colaborado activa y cordialmente con la Administración en todo lo que se nos ha requerido, como la dispensación de mascarillas a la población sin ningún interés económico o en la campaña de vacunación de la gripe. Hemos sido imprescindibles en estos tiempos de Covid-19 por descongestionar los centros de salud y seguiremos ahí para todo lo que podamos aportar a la sociedad. Pero parece que todo esto no nos es reconocido ni valorado. Y es que, por parte de los políticos, la verdad y el cumplimiento de los compromisos no cotiza al alza, son valores en vías de extinción.