2021 Un año lleno de incógnitas
● La provincia afronta un año esencial para iniciar la recuperación tras la crisis provocada por la pandemia ● Sectores relacionados con el comercio y el turismo llegan muy dañados ● Todos, pendientes de los fondos de ayuda de la UE tras los daños provocados por el Covid
Nunca será tan difícil, como ahora, hacer una previsión de cómo puede evolucionar un territorio, digamos Cádiz en este caso, en el nuevo año que entra.
Todos los asuntos que se predijeron sobre 2020 días antes de su inicio quedaron superados por la pandemia del coronavirus que nos asola desde el pasado mes de marzo. Nunca hubo un problema tan global como éste en nuestra historia reciente, que ha obligado a dejar aparcados proyectos de referencia para nuestro futuro inmediato y que ha vuelto a resurgir cuestiones que, o bien ya estaban superadas o bien iban por el buen camino para su solución. A la vez que ha transformado en crisis lo que a finales de 2019 eran buenas noticias.
Por eso, poner sobre el papel las claves sobre las que va a girar el 2021 nos obliga a plantear una matización esencial: todo va a seguir dependiendo de la incidencia de la pandemia.
El inicio de las vacunaciones no es la panacea, el final de nuestras preocupaciones, especialmente porque nos quedan por delante muchos meses, agotando casi todo el año entrante, para culminar este proceso sanitario. Y a la vez, habrá que estar atentos a la incidencia que en los contagios que van a tener todas las celebraciones navideñas, más allá de las restricciones, y lo que queda hasta Reyes. No olvidemos que las cifras macroeconómicas, y las micros, se mueven paralelas a los datos al alza o a la baja de los contagios.
Hay tres sectores, vitales en nuestro modelo de economía actual, que están en boca de todos como los más afectados por la pandemia, donde se ha producido un cambio radical de la situación en la que estaban el 31 de diciembre de 2019 con la que sufren ahora. La hostelería, el turismo y el comercio se han hundido y han entrado en una crisis profunda, histórica para muchos, cuando hace doce meses habían cerrado un año excepcional de crecimiento, con cerca de 3 millones de turistas en nuestros hoteles, con el comercio tradicional alcanzando cotas de crecimiento tras años de bajadas, y con la hostelería convirtiéndose en un referente nacional e internacional.
Más que otros, la recuperación de estos sectores depende de la evolución de la pandemia. Perdidas las fiestas de Navidad y Reyes, especialmente para los hoteles y la hostelería, con todos los festejos del primer semestre del año en el aire, incluyendo la Semana Santa, sólo cabe confiar en que el la tasa de incidencia del coronavirus haya caído a niveles tan bajos como para permitir una apertura total de este mercado de cara a la próxima temporada estival.
Hay que tener en cuenta que buena parte del éxito de la temporada de verano depende del turismo internacional. La caída del tráfico aéreo en el aeropuerto de Jerez, rondando el 90%, deja todas las expectativas, nunca mejor dicho, en el aire.
Más fácil es recuperar el turismo nacional. Ya el pasado verano, en plena desescalada tras la primera ola de la enfermedad, la provincia de Cádiz lideró el turismo de interior, muy por encima de otros mercados más potentes.
Si se superan las cifras logradas en 2020 (un poco más de un millón de visitantes) y se dan los primeros pasos para la recuperación del mercado internacional, como un efecto dominó hoteles, bares, restaurantes y comercios, estos tres pilares se verán ostensiblemente beneficiados.
Un claro termómetro de la recuperación del turismo será la reapertura de los hoteles que, tras el verano, cerraron sus puertas por primera vez en su historia. Si no tardan en abrir con el nuevo año, buena noticia; si tras