Wuhan teme revivir su peor pesadilla
A pocos días de que se cumpla un año de su inédito aislamiento, que hizo al mundo entero tomar plena conciencia del peligro del nuevo coronavirus, Wuhan vive entre el temor a que los rebrotes en el noreste de China puedan retrotraerle a la pesadilla que vivió el 23 de enero de 2020.
Nadie entre los 11 millones de habitantes de la ciudad del centro del gigante asiático, que atraviesa el Yangtsé, se imaginaba hace un año que, en tres días, su urbe quedaría cerrada a cal y canto y serían protagonistas de un mal sueño encerrados en sus casas sin saber cómo acabaría.
Los primeros días fueron los peores, con escasez de material médico y unos hospitales desbordados que no podían atender a todos los pacientes que presentaban síntomas.
Muchos murieron probablemente entre sus cuatro paredes sin ser siquiera diagnosticados, ya que entonces China no podía hacer los test que realiza ahora para atajar los rebrotes, cuando es capaz de analizar en unos días a millones de ciudadanos.
Fueron jornadas terribles en las que los wuhaneses sufrían por la falta de comida y se enfrentaban además a lo desconocido, sin ninguna experiencia previa en otro lugar con la que compararse y de la que extraer lecciones.
“Las primeras semanas fueron muy duras. Tenía mucho miedo. Más tarde la situación mejoró. Al principio, no sabíamos exactamente lo que pasaba, las informaciones no eran suficientes”, cuenta a Efe Adina Ying, una empresaria de 32 años, que pasó los 78 días de confinamiento con sus dos hijas pequeñas y su marido.
Esta joven no cree que los rebrotes en el norte del país puedan llegar a Wuhan y asegura tener “confianza en que el Gobierno va a arreglar las cosas porque está controlando muy bien la situación allí con medidas muy estrictas”.
Parecido opina Qi Loutan, un mecánico de 20 años que pasó la cuarentena encerrado en su casa con sus padres y una hermana.
Wuhan es ahora una ciudad recuperada, que despertó de ese mal sueño, pero, aunque sus habitantes no lo expresen, el temor a que el terror de esas semanas pueda repetirse se huele sus calles y en cada rincón.