Smartick crece casi un 100% en 2020 y suma ya 30.000 clientes de pago
● La empresa malagueña lanza un programa para enseñar a leer tras el éxito con las ‘mates’
Smartick es una de las startups que más ha revolucionado su sector, el educativo, en los últimos años. Lanzó en 2011 un programa para enseñar matemáticas durante 15 minutos al día fuera de la educación reglada que le ha servido para crecer año a año hasta facturar 10 millones de euros en 2020 –el doble que en 2019 gracias al boom de lo on line durante la pandemia–, contar con 30.000 clientes de pago de más de 100 países y sumar unos 80 trabajadores, la mayoría ingenieros, matemáticos, profesores, psicopedagogos.
Con origen en Málaga y fundada por el malagueño Daniel González de Vega y el sevillano Javier Arroyo, Smartick lanza ahora un producto específico para la lectura, el segundo desde su fundación, y que enseña a leer, a adquirir fluidez lectora y a comprender correctamente los textos. “Lleva tres meses ya abierto para los clientes y ha estado funcionando fenomenal. La semana pasada lo lanzamos para clientes nuevos”, afirma González de Vega.
El método de enseñanza, pensado para niños de entre cuatro y 14 años, es igual que el exitoso de las matemáticas. El contenido, elaborado por la propia Smartick, se adapta al nivel del niño gracias a la inteligencia artificial. Así, el sistema, a través de los algoritmos, “lleva al niño a su límite máximo de competencia” y lo va conduciendo por un camino o por otro en función de sus necesidades y capacidades.
La empresa no quiere quedarse sólo en el producto de lectura y ya avanza para este año nuevos lanzamientos. Por ejemplo, este mismo año pondrá en el mercado un producto para enseñar a los niños a programar, Smartcoding. “Ahora se ve sólo la punta del iceberg, ya que una de cada diez clases de matemáticas aborda este punto. Llevamos dos años trabajando y la programación va a ser independiente de las matemáticas”, dice González de Vega.
También va a ofrecer un programa para aprender ajedrez y otro de matemáticas específico para las aulas. Ahora mismo, el que funciona se dirige sobre todo a padres, aunque también hay centros educativos que lo han adoptado como elemento complementario de la enseñanza.
Con este portfolio, González de Vega se propone el objetivo de conseguir una verdadera implantación internacional (vende sus productos en inglés y español). “Estamos en más de 100 países, pero la realidad es que el 80% del negocio está en España. Tenemos masa critica ya en países como México, Colombia, Perú, Chile, EEUU, Reino Unido y Sudáfrica como para crecer como lo hemos hecho en España”, afirma.