Un fiel al presidente y gran defensor del federalismo
Aunque llevaba más de 30 años militando en el PSC, muchos catalanes conocieron a Miquel Iceta (Barcelona, 1960) en 2014, cuando asumió el liderazgo de los socialistas catalanes en las horas más bajas del partido, profundamente dividido tras los primeros embates del procés. Esta carpeta, la del procés, será una de las que le esperan ahora en el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, donde tratará de dar prioridad al diálogo territorial desde una perspectiva federalista. Considerado durante años como un fontanero de partido, cogió el timón del PSC cuando nadie lo quería y lo suelta –no del todo, porque seguirá siendo el primer secretario– cuando las cosas empiezan a ir bien, con los socialistas en el Gobierno de España y las encuestas al alza para dar paso a “un candidato mejor”, Salvador Illa. Precisamente, es ese movimiento el que explica la llegada de Iceta al Consejo de Ministros, hasta donde trasladará su receta de “diálogo, negociación y pacto” para buscar un nuevo encaje territorial para España, en el que Cataluña será fundamental. Siempre fiel a Pedro Sánchez, al que ayudó a defender su liderazgo en el PSOE frente a líderes como Susana Díaz, Iceta ha sido la cara del PSC los años del procés, en los que ha buscado un difícil, a veces imposible, equilibrio entre la oposición a las iniciativas del Govern y la mano tendida a la “reconciliación”. Antes de llegar al Parlament , en 1999 pasó por el Ayuntamiento de Cornellá, por el gabinete del Gobierno de Felipe González y por el Congreso.