COCA COLA: HACIA UNA ECONOMÍA SOSTENIBLE

La compañía apuesta por una recuperación económica basada en estrategias que luchen contra el cambio climático

LOS nuevos escenarios económico y social que se plantean tras la pandemia que ha azotado a todo el mundo tienen un punto en común, la necesidad de transformar el modelo económico actual para transitar hacia una economía verde.

Una preocupación por el medio ambiente que atañe no solo a los ciudadanos, sino también a los poderes políticos y a empresas. Es el caso de Coca Cola, que, desde hace varios años, lleva a cabo estrategias contra el cambio climático fijando objetivos en materia de sostenibilidad que nos lleven hacia un mundo más limpio. Se trata de una serie de metas que giran en torno a seis ejes: ofrecer bebidas con menos azúcar, utilizar envases más sostenibles, ser un agente de cambio positivo en la sociedad, hacer un uso eficiente del agua, reducir emisiones y trabajar con una cadena de suministro responsable.

HUELLA DE CARBONO NEUTRA EN 2040

Una de las metas más ambiciosas de la compañía es la de alcanzar la neutralidad de la huella de carbono para el año 2040. Para ello, en 2017, Coca Cola puso en marcha su estrategia ‘Avanzamos’ con la que disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

En esta línea, uno de los grandes logros hasta el momento es que desde 2010 ha conseguido rebajar en un 30,5% las emisiones en toda su cadena de valor en Europa Occidental. Pero el trabajo no acaba aquí. De hecho, coca Cola ha reforzado su compromiso en la lucha contra el cambio climático y por eso se ha propuesto rebajar las emisiones en toda su cadena de valor en un 30% para 2030 (respecto a 2019) y alcanzar la neutralidad de carbono en 2040. Unos objetivos para cuya consecución se invertirán 250 millones de euros durante los próximos tres años y que están en línea con el Acuerdo de París,

que fija limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados.

Para lograrlo, Coca-Cola disminuirá las emisiones en cinco áreas: envases, ingredientes, operaciones, transporte y equipos de frío. Esto significa que los esfuerzos no solo se centrarán en reducir las emisiones directas, es decir, las generadas por las fábricas y oficinas de Coca-Cola, sino también las indirectas, como las que producen sus proveedores a la hora de, por ejemplo, extraer las materias primas o en las actividades logísticas y de distribución.

En materia de envases, está previsto que los envases de bebidas sin gas cuenten con un 100% de plástico reciclado a finales de 2021, mientras que el resto de envases contendrán un 50%. Además, se seguirán aligerando las latas y botellas de plástico y vidrio, e innovando en envases rellenables y dispensadores.

Por otra parte, Coca-Cola continuará apostando para que las fábricas estén libres de energía de origen fósil. De hecho, toda la electricidad contratada en sus plantas y las oficinas centrales en

Madrid es de origen renovable, y algunas obtienen parte de su energía a través de paneles solares.

Además, en cuanto a los equipos de frío y el transporte, Coca Cola apuesta por la eficiencia energética como el camino a seguir. En el caso de los equipos de frío, entre otros aspectos, se aplican técnicas innovadoras para que solo enfríen las bebidas cuando se prevé que van a ser consumidas. En cuanto a los camiones que trasportan las bebidas, la flota de la compañía se actualiza continuamente y una gran parte de ellos pasará a ser híbridos este mismo año.

HUELLA DE CARBONO Se ha propuesto rebajar las emisiones un 30% más para 2030, y alcanzar la neutralidad en 2040