Un arresto por un aparato electrónico
La importación ilegal de un dispositivo basta al Ejército para acusar a la líder birmana, que sigue detenida
El Ejército de Birmania utilizó la supuesta importación ilegal de un dispositivo telefónico para acusar formalmente a la líder electa, Aung San Suu Kyi, y mantenerla detenida al menos dos semanas más, mientras surgen las protestas en el país contra el golpe de Estado del pasado lunes.
Según los informes policiales, la Nobel de la Paz y consejera de Estado, arrestada junto a parte de su Gobierno durante el golpe, fue acusada después de que los militares encontraron en su vivienda un aparato de comunicación telefónica importado ilegalmente.
La líder birmana, de 75 años, y que se encontraba hasta ahora en arresto domiciliario en la residencia gubernamental de la capital, Naipyidó, se podría enfrentar a una pena de hasta tres años de cárcel por ese delito y tendrá que permanecer detenida al menos hasta el 15 de febrero.
La Policía presentó cargos contra el también depuesto presidente, U Win Myint, acusado de quebrantar la ley de gestión de desastres naturales, entre los que se incluye la pandemia, al haber desplazado en un viaje en plena campaña electoral 220 vehículos en contra de las medidas por el Covid-19 que prohíben la reunión de más de 30 personas.
Un portavoz del hasta ahora partido gobernante Liga Nacional para la Democracia confirmó los cargos contra el presidente y la consejera de Estado depuestos por los militares, que asumieron el poder tras acusar al Gobierno electo de fraude electoral en las elecciones del pasado noviembre.