Ashley Williams se reivindica
● El meta liberiano, lo más destacado de la Balona en un amistoso sin goles ● Los dos conjuntos disfrutaron de claras ocasiones para adelantarse en el marcador
La La Real Balompédica Linense (Segunda división B) y el Krasnodar II (Segunda división de Rusia) empataron ayer sin goles en un encuentro de carácter amistoso disputado en San Pedro de Alcántara (Málaga), donde el conjunto ruso se encuentra concentrado. Las tablas no se antojan un marcador injusto, aunque dadas las ocasiones de que disfrutaron las dos escuadras sí que sorprende un poco que el choque se saldase sin goles.
Los amistosos, y más a estas alturas del curso y en medio de la situación de indefinición clasificatoria en la que se encuentra la Balona no suelen ser fuente de demasiadas conclusiones y menos aún de las concluyentes. El que disputaron en las coquetas instalaciones de Marbella Football Center la Balona y el filial del Krasnodar, sin embargo, sirvió para revalorizar al guardameta del conjunto de La Línea Ashley Williams.
El liberiano, que en su debut en competición oficial, en Haro en la Copa del Rey el pasado mes de diciembre, ya hizo muchas cosas bien, ratificó esas sensaciones y de largo.
En los 60 minutos que estuvo sobre el césped le dio tiempo a demostrar solvencia, a realizar una valiente y relampageante salida a los pies de un adversario y a realizar una parada colosal en el 34’ cuando Leon Sanua se acomdó el balón en el borde del área y soltó un galletazo que pretendía colarse por la escuadra hasta que el cancerbero balono sacó una mano providencial.
El resto tampoco es que fuese para tirar cohetes. Al jovencísimo guineano Jorge Djandi –que milita en el filial- se le atragantó una mijilla su primera comparecencia con el equipo A, pero tiene el salvoconducto de que le pudieron traicionar los nervios y las ganas de agradar. Eso sí, si quiere dedicarse a esto tiene que ser infinitamente más contundente. En España, en Guinea Bisau, en Rusia y en cualquier otro punto del planeta.
La primera mitad fue más del Krasnodar II, que tuvo más tiempo el balón. La Balona, que como siempre no perdía la compostura, hizo un par de concesiones –las ya mencionadas que solventó su porteropero en ataque, empeñada en entrar por el centro, no creó ni incertidumbre. Luis Alcalde malogró un par de ataques con buena pinta en un empeño extraño de regatear sin necesidad.
No es ninguna novedad que la Balompédica es muy de madurar los partidos en los primeros tiempos.
El carrusel de cambios en los dos bandos cambió, como era de esperar, el partido tras el intermedio. Los de La Línea (que vistieron totalmente de celeste) empezaron a dejarse ver más en las aproximaciones del área rival y, hasta el ecuador del segundo periodo, a los rusos les costaba mucho más desplegarse en ataque.
Fue el propio Luis Alcalde el que tuvo la primera gran oportunidad (61’), en un cabezazo desde muy cerca que sacó el portero y un poco después Koroma, que definitivamente parece decidido a reivindicarse cada vez que tiene oportunidad, estrelló un disparo en el poste.
En el último tramo, el Krasnodar volvió a llegar. Con infinito peligro. Por dos veces se encontró Igor Andreev delante de Nacho Miras –que a esas alturas ya había saltado al terreno de juego-, pero en las dos le falló el punto de mira y en una situación envidiable envió directamente fuera.
En el ratito final los dos equipos tuvieron la suya. Rusian Rzaaev tampoco supo resolver ante Nacho Miras cuando estaba solo en el área y Fabrizio Danese, algo forzado, cabeceó alto en el mismo borde del área péqueña.