Europa Sur

Mil veces Balona

● Los albinegros dan una lección de solvencia, entrega y goles en Sanlúcar ● Antoñito, de penalti, Iván Martín, Koroma y Alcalde, goleadores ● Nacho Miras detiene una pena máxima en el 50’

- Rubén Almagro

Ni había escenario más propicio, ni mejor momento. La Balompédic­a acelera su escalada después de un triunfo incontesta­ble en El Palmar, al que tantas veces y en situacione­s tan dispares ha sometido. El todo a babor protagoniz­ado por los de La Línea tras la derrota de Tamaraceit­e va dando frutos. Los albinegros ganaron de manera aplastante al Sanluqueño, en uno de esos partidos en los que, al contrario de lo que le ha sucedido más de una vez esta temporada, todos los detalles decisivos se giraron a su favor. El duelo, que permite a la Balona asentarse al ladito de la zona de privilegio, deja tres nombres en lo más alto de la ola: el delantero Iván Martín, espectacul­ar en su debut como titular en el que anotó el gol 1.000 de su equipo en la categoría; Nacho Miras, que no deja pasar una oportunida­d para seguir achicando sombras alargadas… y Antonio Calderón. Éste, por muchas razones, tiene matices de triunfo de autor.

El fútbol, escrito está, no entiende de más razones que los resultados. Han bastado quince días para que las peticiones de dimisiones del presidente se hayan ahogado en dos marcadores. No veas la pila de gente borrando en sus perfiles de Facebook.

La Balompédic­a, con un partido pendiente, vuelve a ser candidata a lograr el ascenso a la Liga Pro [o como quiera que se llame] directamen­te en esta primera fase. Y oficializó su candidatur­a en un duelo en el que recuperó su más valiosa seña de identidad, la raza. Y en el que supo jugar con cabeza cuando la caldera hervía. Lo que viene siendo una lección de solvencia. Un partidazo, podría escribirse que el mejor de la temporada... pero eso es quedarse corto. Muy corto.

Todo ello con un once en el que sorprendía­n algunas cosas.

La ausencia de Paco Candela, justificad­a por problemas físicos que habrá que ver si le permiten jugar el miércoles. Y la presencia de Din Alomerovic en la medular porque fue una apuesta muy criticada del entrenador en la que nadie más que él parecía creer. Bueno, aunque hoy le saldrán media docena de padres.

No habían pasado tres minutos cuando Víctor Mena [vaya acierto de fichaje] se la puso a Iván Martín, que con un movimiento de nueve puro burló a Jose Romero y se plantó ante Isma Gil. El portero madrileño salió a por todas y le derribó. Penalti claro. Como ya lo tuvo la Balona en la primera vuelta, pero esta vez Antoñito no lo dilapidó.

El tanto y la racha adversa en la que navega aceleraron a un Sanluqueño que perdió el temple. Como si no hubiese un mañana. Con todo el partido por delante comenzó a mandar balones largos, pero salvando una

paradita de Nacho Miras en un disparo de Arasa desde la frontal, esa precipitac­ión era la que acababa con los locales.

Eso sí, alguno cogió el garrote que daba la impresión de querer irse cuanto antes de la quema. Theo García hizo una falta de naranja en el 20. Como solo vio la amarilla, insistió en el 23’ hasta que consiguió irse al vestuario. Dice Romerito que le multará. Los que compartier­on caseta en La Línea con el míster del Atleti saben la que le va a caer al chaval.

Con uno más la Balompédic­a le puso temple. Evitó alguna tarascada más y cada vez que robaba se iba en busca del marco rival con hambre. Se palpaba que era cuestión de tiempo.

En el 32’ Edu Oriol sacó sobre la misma línea de gol un disparo de Iván Martín. Dos después, una jugada de la factoría. De esas que se ensayan entre semana cuando los jugadores se preguntan entre murmullos si el entrenador no tiene nada mejor que hacer y el técnico hace como que no les oye. Din sorprendió en el saque de una falta y en vez de ponerla, se la pasó a Víctor Mena, éste la puso en el segundo palo a Koroma, que con la cabeza acabó de desajustar a la zaga y allí estaba Iván Martín para recibir la más que justa recompensa del gol. Ojo que no es un gol cualquiera, es el número 1.000 de la Balona en la categoría de bronce.

No debió acabar ahí la cosa. Porque en el 35’ Óscar Arroyo [que va a más] entraba en el área cuando Facu Ballardo le zancadille­ó sobre la línea. El granadino Ruiz Aguilera, al que le estaban dando la grande los de casa, pensó que ya había pitado un penalti y había echado a uno de los de verde y mandó seguir.

Pero no contento con eso el árbitro nada más comenzar la segunda mitad quiso reengancha­r al Sanluqueño al partido. Pitó unas manos del propio Óscar Arroyo [pareciese que tuviese algo contra él] que si fueron –que no se ve ni en la tele- no podían estar más en una situación natural. El rollo de esto de las manos es que los árbitros han generado un código indescifra­ble para el resto de los humanos del que se deduce que son sancionabl­es… cuando ellos las pitan.

Allí estaba Diego Cervero, aquel que como buen médico alardeó de vacunas allá en su última victoria, sobre el Algeciras. Se ve que solo le pasaron una dosis, porque Nacho Miras realizó un paradón [¿cuántos irán en esta liga?] y anuló la jugada que ponía en peligro el triunfo de su equipo.

Ahí acabó el Sanluqueño. Y volvió a aparecer una Balona poderosa, que no quería volver a tentar a la suerte.

Lo intentó Din en el 53’. Y en el 57’ Iván Martín le dio un pase milimétric­o a Koroma a la espalda de la defensa y el de Sierra Leona resolvió con habilidad. Segundos después el autor del 03 dejó su sitio a Luis Alcalde, que apenas llevaba tres minutos en el campo soltó un chupinazo desde muy lejos que se coló junto al palo.

Con 0-4 Calderón mandó a la ducha a Iván Martín. Después de ser objeto de un penalti, marcar un gol y dar una asistencia dejarle en el campo era casi permitirle actuar de abusón. No se puede hacer más en un primer día como titular.

Lo que quedó fue ya un mero trámite. A su manera los futbolista­s firmaron un armisticio, que eso sí, permitió debutar con la Balona a Loren, que ve hecho un sueño realidad. Uno de los infinitos datalles que deja este valioso triunfo de la Balona. Datos que, seguro, seguirá recopiland­o Antonio García Calvo, que se llevó su primera gran alegría después de llegar al cielo de los balonos.

 ?? EDU AYALA/RBL ?? Iván Martín festeja su gol, el número 1.000 de la Balona en Segunda división B.
EDU AYALA/RBL Iván Martín festeja su gol, el número 1.000 de la Balona en Segunda división B.
 ?? EDU AYALA/RBL ?? El extremo linense Loren forcejea con el local Jose Romero instantes después de su debut con el primer equipo.
EDU AYALA/RBL El extremo linense Loren forcejea con el local Jose Romero instantes después de su debut con el primer equipo.

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