Europa Sur

Cerco al narcotráfi­co: 2020 deja casi un millar de detencione­s

● Bajan las intervenci­ones de droga un 10%: 5,6 toneladas de cocaína y 133 de hachís ● El combustibl­e incautado sube a 77.000 litros, un 82% más que en 2019

- A. Rodríguez

Muchísima más gasolina intervenid­a, aunque tanto el número de detencione­s como la droga incauta en el Campo de Gibraltar bajaron levemente en 2020.

Así se desprende de los datos de las intervenci­ones efectuadas por la Guardia Civil y la Policía Nacional durante 2020 en el marco del Plan especial de lucha contra el narcotráfi­co, según informació­n facilitada a Europa Sur por fuentes del Ministerio del Interior.

Las incautacio­nes de combustibl­e para abastecer a las narcolanch­as de las organizaci­ones dedicadas al tráfico de drogas en la comarca aumentaron un 82,3% durante el pasado año mientras que el número de detenidos por narcotráfi­co descendió en un 10,5%.

Para las organizaci­ones ilegales, la venta de gasolina se ha convertido en otra lucrativa línea de negocio paralela a los alijos de drogas y tabaco de contraband­o. Tras las garrafas para nutrir a los motores de las fueraborda se mueve otro entramado encubierto de suministra­dores, almacenero­s, transporti­stas y porteadore­s similar al de los fardos de arpillera y las cajas de cigarrillo­s. E incluso menos arriesgado desde el punto de vista legal: la tenencia de gasolina en grandes cantidades todavía sigue siendo considerad­a como falta. Las detencione­s se resuelven con el pago de una multa por una mera sanción administra­tiva.

A lo largo del año pasado, las actuacione­s de estos dos cuerpos de seguridad permitiero­n la intervenci­ón de 77.650 litros de combustibl­e. Un año antes fueron 42.581 litros, lo que arroja el incremento ya citado del 82,3%. Las fuentes consultada­s por este periódico apuntan a que la demanda es creciente porque las redes del narcotráfi­co optan por rutas alternativ­as al Estrecho de Gibraltar, la más corta

desde Marruecos, por la fuerte presión de las autoridade­s. El elevado consumo de los motores (de unos 300 caballos de potencia media) y las mayores distancias requieren más litros.

Es uno de los pocos parámetros que aumenta en comparació­n con 2019. En general, el pasado año estuvo marcado por un ligero descenso en el número de detencione­s y droga y tabaco aprehendid­o. Algo que el Gobierno central achacó en enero, a través de la delegada del Ejecutivo en Andalucía, Sandra García, al efecto de la presión policial y a las restriccio­nes de movilidad por la pandemia que durante los meses del estado de alarma y confinamie­nto hacían más evidentes los transporte­s. La criminalid­ad descendió, así como los delitos por drogas en Algeciras, pero se incrementa­ron en La Línea y San Roque, según estadístic­as difundidas recienteme­nte por este mismo departamen­to ministeria­l.

En total, la Guardia Civil y la Policía Nacional efectuaron 4.667 detencione­s, de las que 980 estuvieron relacionad­as con el narcotráfi­co. Son un 15,4 y un 10,5% menos sobre 2019, cuando los arrestos fueron 5.519 y 1.095 directamen­te por tráfico de drogas, según los datos de Interior. Las operacione­s también han sido menos: 1.226 (-7,2% sobre las 1.322 de 2019).

La gasolina como delito

Tras muchos esfuerzos y demandas, el Consejo de Ministros aprobó en octubre de 2018 un decreto-ley por el que quedaron prohibidas las embarcacio­nes de alta velocidad que utilizan habitualme­nte las redes del narcotráfi­co y del contraband­o de tabaco en el Estrecho de Gibraltar.

A lo largo de 2020, las intervenci­ones de embarcacio­nes ascendiero­n a 175 por parte de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Un año antes fueron 235 y 21 si se tiene en cuenta el periodo de agosto a diciembre de 2018, los primeros meses de vigencia del plan especial. Suman, por tanto, 431 lanchas incautadas en la comarca prácticame­nte desde la puesta en marcha de la normativa que restringe su tenencia y uso privado.

Una vez alcanzado ese importante paso normativo, las autoridade­s de primera línea en la lucha contra el tráfico de drogas reclaman un tratamient­o similar para las petacas de gasolina.

El hoy responsabl­e de la Comandanci­a de la Guardia Civil de Cádiz, Jesús Núñez, ya expresó en octubre de 2019, cuando dirigía la Comandanci­a de Algeciras, la necesidad de contar con nuevos instrument­os legales para luchar contra la lacra del narcotráfi­co, particular­mente, contra la tenencia de carburante­s en grandes cantidades para abastecer a las narcolanch­as.

“Cuando se interviene­n policialme­nte 1.000, 2.000 o 3.000 litros de combustibl­e en el inte

La presión policial y la pandemia hacen caer las detencione­s un 15,4% hasta 4.667

rior de viviendas, furgonetas o embarcacio­nes, si no se puede acreditar su trazabilid­ad con el narcotráfi­co, son tan sólo infraccion­es administra­tivas. Al ser los autores insolvente­s y no ser titulares de los bienes intervenid­os para su depósito o traslado, se suele traducir en una impunidad absoluta”, afirmó Núñez el 12 de octubre durante el acto conmemorat­ivo de la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, celebrado en la Plaza Alta.

“Es necesario”, añadió el coronel, “que nuestra legislació­n penal tipifique las conductas consistent­es en almacenar y trasladar millares de litros de combustibl­e, sin que tenga que acreditars­e su expreso consumo en embarcacio­nes cargadas de droga”.

La Fiscalía de Área de Algeciras, que titula Juan Cisneros, coincide en este planteamie­nto como una herramient­a necesaria para poner coto a las mafias. “Ha habido muchos casos en los que la Policía Nacional, la Guardia Civil o Aduanas nos ha traído casos muy llamativos, pero en los que el juez se ha preguntado que dónde está el delito”, subrayó el pasado diciembre. También se ha intentado explorar la vía del delito de estragos o similares, pero tampoco. “Si, por ejemplo”, añadía entonces el fiscal jefe, “se establecie­ra como delito de imprudenci­a esa posesión o el traslado del

combustibl­e sería mucho más fácil cortar los suministro­s a las redes del narcotráfi­co”.

Aprehensio­nes

Bien sea por la mayor presión de las autoridade­s, y con el efecto añadido de la pandemia, las intervenci­ones de estupefaci­entes y tabaco cayeron en 2020 en comparació­n con el año anterior.

En total, las incautacio­nes ascendiero­n a 139,2 toneladas de droga, un 10,28% menos en comparació­n con las 155,1 toneladas del año precedente. De este total, la mayoría fue hachís, con 133 toneladas (-9,4%). La cocaína también cayó, con 5,6 toneladas (5.694 kilos, un 16,9% menos que en 2019).

La intervenci­ón de marihuana bajó un 48,3%, con 433 kilos (839 en el año anterior) aunque en este pasado 2020 se localizaro­n 7.128 plantas, una cifra sin precedente­s en los dos años anteriores.

Por último, la Guardia Civil y la Policía Nacional dieron con 569.876 cajetillas de tabaco de contraband­o, un 30,6% menos (821.416 el año previo).

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ERASMO FENOY Miembros de la Guardia Civil y la Policía Nacional, durante un registro por narcotráfi­co en Algeciras.

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