Vecinos sin luz pero con facturas
● La Cruz Roja atiende a hogares con pobreza energética, que afecta al 9,1% de los españoles ● La mitad de las familias atendidas son andaluzas
José vive en Alcalá la Real (Jaén), tiene 53 años y tanto él como su mujer están en paro. La historia no suena extraña, tampoco las dificultades que se le presentan para encontrar un empleo. Es el signo de unos tiempos de los que no se adivina luz al final del túnel, pese a la llegada de las vacunas. José sufrió un infarto y no puede coger peso. La factura de luz que recibe cada dos meses es muy elevada, demasiado elevada, ya que las puertas de su casa son antiguas y no impiden las corrientes de aire. El intenso frío de este invierno los ha pillado desprotegidos, diríase que desnudos. A familias como las de José, la Cruz Roja entrega un equipo de eficiencia energética –con un calefactor incluido– que le ha servido para reducir el consumo durante estos meses. En situaciones extremas como las descritas, Cruz Roja ha llegado a pagar la factura de la luz. A la familia de José también le entregó una tarjeta de ayuda para comprar alimentos.
En Andalucía hay vecinos que, ante la dificultad de llegar al final del mes, apagan la luz. Pero no es sólo eso. El problema se agudiza cuando, durante los picos de calor estival o del frío invernal, extremo este año, tampoco resulta fácil activar apenas un ventilador o encender el brasero. A estas familias se les atribuye un concepto que se hace endémico en numerosos puntos de la región, cada vez más, la llamada pobreza energética.
Esta condición sigue creciendo en Andalucía y España, siendo una incómoda realidad para miles de hogares. La causa principal ahora es la situación económica generada por la pandemia del Covid-19, sin necesidad de mencionar la necesidad de permanecer durante más tiempo en el hogar con motivo de los confinamientos. También ha de reseñarse el incremento de los precios de los suministros. Los datos del Eurostat indicaban en enero del pasado año un incremento de este indicador de pobreza energética. El 9,1% de la población española tuvo problemas relacionados con la capacidad para mantener una temperatura adecuada en los hogares. En 2019 fue el 8%.
Para apoyar a las personas afectadas, la Cruz Roja desarrolla diferentes acciones que van desde la atención a las necesidades más urgentes, ayudas para el pago de recibos, la entrega de equipos de eficiencia energética e incluso la participación en talleres de ahorro doméstico. Si el problema en España es ya abultado, el de Andalucía es aún peor. Casi la mitad de las familias españolas atendidas por la Cruz Roja en cuestiones de pobreza energética son andaluzas (49,6%).
El futuro no es más alentadora. Debido a las consecuencias que la pandemia ha provocado en las economías familiares, la Cruz Roja calcula que tendrá que atender durante este año a más de 17.000 personas, lo que supone un incremento del 15% sobre las previsiones iniciales.
Visto el panorama, una de las misiones más perentorias que lleva a cabo la ONG se centra en esta bolsa de vecinos necesitados. El servicio es básico, consistente en “alimentos y algunas ayudas básicas, como el pago de suministros o algunas facturas que tengan pendientes”, explica Sara Casas, miembro del área de Medioambiente de la Cruz Roja y referente de la organización en temas de pobreza energética, quien detalla las dificultades sobrevenidas durante la pandemia. “No podemos entrar en los domicilios ni hacer formaciones en grupo, por ello se está potenciando las llamadas telefónicas y las reuniones telemáticas para ofrecer consejos de buenas prácticas de ahorro energético”.
Desde 2018, Cruz Roja ha apoyado a más de 29.000 familias frente a la pobreza energética, cuestión para la que ha mediado con empresas como Endesa y Naturgy con objeto de ayudar a los hogares más vulnerables. Hasta el momento, según constan en los registros de la ONG, el 50% de las familias atendidas tiene que elegir entre pagar gastos básicos, como llevar una alimentación adecuada, o calentar sus hogares.
Otro ejemplo de las acciones que efectúa la Cruz Roja se muestra con el caso de Isabel, una mujer de Campillos (Málaga) que tiene 39 años y tres hijos a su cargo de 10, 5 y 4 años. Isabel también está en paro y debe hacer frente a cada uno de los gastos de la familia: manutención de los niños, alquiler de la casa –le están postergando las cuotas hasta que se solucione su situación– y varias deudas. Cruz Roja la ayuda con los alimentos, le han entregado un equipo energético que incluye un calefactor y, durante las pasadas fiestas navideñas, le regalaron un carrito de la compra. La organización benéfica también estudia comprarle una lavadora, ya que se le ha estropeado la suya y no puede hacer frente al gasto de una nueva. Sin otra ayuda a la que acudir, Isabel sigue teniendo facturas, pero ya dispone de luz.
Unas 17.000 personas necesitarán ayuda este año, un 15% más de las previsiones iniciales