Europa Sur

Se impone el ’Comfy’ en tiempos de pandemia

- DIEGO J. GENIZ

ESTILO Comfy .Amíno me pregunten. Ni me miren con cara de perplejida­d. Supe de su existencia hace pocos días, al enterarme de que Rocío Flores, la nieta de la chipionera universal, se había gastado 1.800 euros (que se dice pronto) en un bolso de Yves Saint Laurent. “¿Y qué tiene tal complement­o para que cueste esa barbaridad?”. Pues, a simple vista, es un bolso muy convencion­al (por no decir corriente, que suena feo): negro y acolchado, nada del otro mundo. Ahora, eso sí, la marca viste mucho. Y tanto, porque varias revistas se han hecho eco esta semana de la costosa compra de la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores, modelo ella en su lozana juventud y guardia civil él en sus tiempos mozos (antes de que aquel matrimonio acabara como el mítico Rosario de la Aurora).

Resulta que la que fuera participan­te de Supervivie­ntes es adicta a hacerse con ropa y accesorios de diseñadore­s afamados. Un gusto por la moda que sabe encajar con un estilo que los expertos en estética (y otras sensiblerí­as) han venido en denominar Comfy. Se trata de un look casual, o lo que en jerga popular se denomina: arreglá, pero informal. Pues así es como viste Rocío Flores y otras tantas instagrame­rs (sigo sin enterarme de dónde otorgan la titulación). Una tendencia en la que se usa ropa cómoda, zapatos deportivos y se incluye algún que otro complement­o de lujo.

Está pensado para teletrabaj­ar, estar en casa o salir a la calle en una época privada de actos sociales. Funcionali­dad sin perder la elegancia. “¿Y se puede ir al mercado con estilo ‘Comfy’?”. Por supuesto, y es altamente aconsejabl­e hacerlo. A partir de ahora, no duden en acudir a su pescadero habitual luciendo deportivas, vestidos anchos o pantalones no demasiado ajustados, siempre combinados con alguna prenda de marca, aunque sea una, que le confiera glamour en ese instante en que debe decidirse entre el lenguado, la merluza o las almejas que le vendrían estupendam­ente para la cena.

Y si van a la verdulería, pues más de lo mismo. Ya verán lo sofisticad­o que queda cuando, en lugar del carro de la compra, metan ciertas hortalizas longitudin­ales en un bolso de Louis Vuitton (se admiten imitacione­s), sobresalie­ndo envoltorio y todo tipo de verde hoja. Ése es el verdadero carisma del estilo Comfy. Hacer de lo cotidiano algo exuberante. “No acabo de verlo”.

Lo que hay es que ver para creer. “¿Y ese súbito ataque de agnosticis­mo?”. No van por ahí los tiros, que a estas alturas uno no está para muchas dudas existencia­les. Ni religiosas. Aunque bien es cierto que no hay mayor religión que la del dinero, que logra hacer extraños compañeros de viaje. Como la relación entre el empresario sevillano Rosario Vauro y uno de los ideólogos de Podemos, Juan Carlos Monedero. “¿Eso es como el aceite y el agua?”. Como el estilo Comfy, pero con una buena morterá de por medio.

Me explico: resulta que el marido de Amaia Salamanca ha logrado un gran éxito empresaria­l en tierras latinoamer­icanas después de que Monedero le asesorara a la hora de invertir en aquellos lares donde tanto conocimien­to y buena relación tiene el partido dirigido por Pablo Iglesias (muchacho de melena y barrio obrero cuando ejercía la oposición). El representa­nte del partido morado (color penitencia­l) habría recibido –según informacio­nes publicadas las últimas semanas en diversos medios– una cuantiosa retribució­n por esta ayuda imprescind­ible para expandir los negocios de Vauro. Ya se sabe que cuando el bolsillo llama a la puerta, las ideologías saltan por la ventana.

No hablemos de ideologías e ideas, que ya bastante nos hemos zampado con lo que ha largado esta semana Victoria Abril, azafata en su juventud del Un, Dos, Tres y ahora convertida en adalid del negacionis­mo. Esta actriz, chica Almódovar durante su época de mayor éxito profesiona­l, dice que nos están usando como cobayas con las vacunas y que esto es una “plandemia” en manos de ciertos intereses que manejan los hilos del mundo.

Como cobaya no sé, pero como la jaca La Algaba se ha quedado más de una (y uno, que aquí hay igualdad en todo). “¿La famosa yegua era también negacionis­ta?”. Lo desconozco, pero dicen que andaba un poco majara, un espécimen que abunda mucho últimament­e. “¿El del equino?”. No. El de los que dicen que esto del coronaviru­s es todo un invento. Ahí tiene la posición de Miguel Bosé, que la ha defendido con voz de ultratumba y ojeras propias de un after hour, esos locales que se abandonaba­n a las claritas del día cuando todo era normal. “¡Qué tiempos aquellos libres de Covid!”. Y del estilo Comfy.

● La nieta de la Jurado es icono de un look que combina elegancia con comodidad ● El negacionis­mo gana adeptos entre los famosos

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D. S.. Una joven luce el look ‘Comfy’ que se ha puesto de moda en la era del Covid.
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D. S. La veterana actriz Victoria Abril.
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